24 Ene Mi gato ataca a las visitas
Mi gato ataca a las visitas
¿es territorial?
Autora: Laura Trillo Carmona.
Es un problema demasiado frecuente y muchas personas no le dan la importante que requiere. No es un problema territorial de los gatos, no tiene nada que ver con su territorialidad, es sencillamente miedo. Y este miedo que lleva a muchos gatos a atacar a las visitas ocurre siempre en gatos que no son lo que llamamos “equilibrados”.
Si a tu gato le ocurre esto, por favor vamos a trabajarlo, porque puede desembocar en un problema mayor, como una AR (Agresividad Redirigida).
Suelen ser gatos generalmente confiados y cariñosos con su familia humana (de hecho suelen haberse criado con estas personas desde demasiado temprano, de ahí el origen de su desequilibrio), pero cuando viene alguien a casa que no conocen, tienden a ponerse a la defensiva con esa persona (bufidos, gruñidos, maullidos largos) o directamente ir a agredir a la persona. Puede darse también un comportamiento de marcaje con feromonas por frotamiento con esa persona, la cual puede malinterpretar con que el gato está pidiendo cariño, por lo que le toca y el gato responde con una agresión o comportamiento defensivo. Puede ocurrir con amig@s, familiares e incluso algún técnic@ que visita nuestra casa por algún motivo que no requiere mucho tiempo, así como con la persona Catsitter que lo cuida cuando nos tenemos que ausentar. Es normal que muchos gatos se escondan cuando llegan visitas, esto no es ningún problema en principio. Hablamos de gatos que agreden y se enfrentan a las visitas.
Los gatos no son territoriales con las personas, lo que muestran es miedo y comportamientos defensivos porque se sienten amenazados
En este vídeo explicamos este problema y damos unas primeras pautas:
Momentos más críticos
Tal como explicamos, hay 3 momentos críticos cuando esto ocurre, recuerda que hablamos de gatos cuya inseguridad y desequilibrio se debe a que se han criado solos con personas (es mucho peor si hemos jugado con las manos con ellos o les solemos regañar), esto no le pasa a todos los gatos:
- Cuando la visita llega a casa. Desde el sonido del timbre de la puerta hasta la efusividad con la que las personas se saludan y hablan, ponen al gato muy nervioso y es donde más agresiones se producen. Por ello, las personas que nos visitan deben evitar tocar el timbre, avisar que están llegando a través de un mensaje y saludarnos en la puerta con naturalidad, sin levantar la voz ni expresar demasiada excitación. También para evitar este momento al gato, antes de que llegue esta persona a casa puedes llevar al gato con algo de comer a una habitación y cerrar la puerta, de esta manera le ahorramos el estrés de este momento, siempre y cuando la visita sólo vaya a quedarse un rato. Nunca jamás la visita debe hablar al gato, ir hacia él ni intentar tocarle, ni siquiera si el gato se frota con la persona.
- Si la visita se mueve por casa, sola. Por ejemplo si la visita quiere ir al baño o a la cocina, el gato se siente muy invadido y amenazado y tiende a agredir en ese momento. Por ello, también hay que evitar que la visita se mueva sola por casa, siempre le acompañaremos o distraeremos al gato de manera tranquila en ese momento, o lo llevaremos a un lugar aparte, sólo ese rato.
- Cuando la visita se marcha. Es parecido al momento en que entra, la visita se mueve, hay abrazos, se suele levantar la voz, etc., por eso es otro de los momentos de más agresiones que hay que evitar.
Esto sólo te ayudará a entender mejor esos momentos pero hay que trabajarlo en profundidad, el gato puede llegar a acorralar a la visita, subirse encima y agredir si se mueve, entre otras cosas, por ello las personas tienden a interpretar que es territorial porque está en su casa pero no es así, se siente muy amenazado (la territorialidad y el miedo son cosas totalmente diferentes) y eso es lo que trabajamos siempre en estos casos, el miedo y la inseguridad de ese gato.
Cuando el gato está solo en casa
Es otra situación de gran vulnerabilidad para el gato, cuando sus personas no están. Para estos gatos tan inseguros, somos su referente de seguridad. Cuando no estamos en casa y entra una persona extraña, los gatos con este perfil pueden llegar a enfrentarse a esa persona con un lenguaje muy defensivo, por puro miedo. Cuando las personas del gato no están, puede ser una agresividad más intensa todavía, ya que se siente aún más vulnerable.
Por eso también en Terapia Felina formamos Catsitters Profesionales que puedan atender a gatos en estas situaciones cuando la familia debe ausentarse, de manera que puedan realizar su trabajo sin riesgo y ayudando a estos gatos a sentirse mejor. No obstante lo más importante siempre es trabajar este problema con el gato y su familia antes de que vaya a peor.
Debemos comprender que los gatos que llegan a esta situación siempre son gatos que no han tenido una buena socialización porque los hemos adoptado demasiado pequeños y no hemos sabido relacionarnos con ellos de manera equilibrada, además no les hemos dado un referente de su especie para que crezcan equilibrados y sin problemas.
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Resumen
de lo más importante
En resumen, este problema es demasiado frecuente y muchas personas no le dan demasiada importancia hasta que es demasiado tarde, por ello, recomendamos siempre trabajarlo cuanto antes:
- No es territorialidad sino miedo, por tanto es una agresividad defensiva que ocurre en gatos con un determinado perfil.
- Debemos evitar los momentos más críticos para evitar una agresión.
- La visita debe respetar el lenguaje y la distancia del gato, nunca tocarlo ni hablarle directamente, porque lo toma como una amenaza.
- Si te ocurre y necesitas ayuda, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos.
- Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!