El pasado de mi gato

¿El pasado de mi gato importa?

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¿El pasado de mi gato importa?

conoce mejor a tu gato

Autora: Laura Trillo Carmona.

Puedes conocer mejor a tu gato si conoces su pasado, o por lo menos, saber por qué tiene ciertos comportamientos. ¿Nunca te has preguntado por qué hace como que mama de las mantas, o por qué muerde? En este artículo damos un repaso a algunas cosas que puedes identificar en tu gato y que habla de su pasado. A veces adoptamos un gato adulto del que no sabemos nada, y es interesante reconocer algunos de estos aspectos para comprenderle y ayudarle también a adaptarse a su nueva familia.

Al igual que nos ocurre a nosotr@s, todas las experiencias que tiene un gatito desde incluso antes de nacer le influirán el resto de su vida. Depende de cómo sea su vida, sobre todo en los primeros meses, su personalidad y temperamento serán de una manera o de otra, y tendrá incluso secuelas de algunas carencias o aprendizajes. Por eso, en Terapia Felina sabemos cuándo un gato ha vivido ciertas experiencias tan sólo conociéndole de adulto, por su comportamiento y personalidad. ¡No te imaginas cómo las personas podemos influir en el desarrollo de un gato, para bien y para mal!

Depende de qué edad tenía tu gato cuando le conociste, podrás haber vivido con él algunas etapas u otras, y quizás te has perdido las primeras, pero ¡no pasa nada! Conocer a un gato adulto y adoptarlo es una experiencia maravillosa, y será un compañero de vida increíble igualmente. Si detectas alguna de las secuelas o comportamientos que describimos en este artículo, algunas no tienen importancia y otras quizás haya que trabajarlas, pero todo se puede trabajar a cualquier edad si la familia humana se implica y se deja acompañar.

El pasado de mi gato
Si no sabes la historia de tu gato, a través de ciertos comportamientos puedes saber cómo fue criado y tratado

Como siempre decimos, los primeros meses de vida para los gatitos son críticos en cuanto a su aprendizaje y comportamiento, por tanto es en esos primeros meses de vida donde está casi todo lo que ha influido en su personalidad y vida como gato adulto.

Cuando los gatos son ya adultos, su carácter está formado, y las experiencias que vive no calan tan en profundidad como cuando son bebés menores de 4 meses, que son como “esponjas” de todo lo que viven. Todo es aprendizaje, sus referentes felinos, caninos, humanos, lo que le hace feliz, lo que le asusta, si le hacen daño, si le gritan, si le obligan a morder, si no le dan de comer lo suficiente, si se siente solo, si se lleva mal con otros animales en casa, si puede salir al exterior o no, absolutamente todo le influirá. Pero cuando un gato es adulto, puede vivir muchas experiencias sin que ello modifique su personalidad de manera profunda, salvo algo muy traumático y vivir bajo una presión o estrés constante.

 

¿Qué significa su comportamiento?

Depresión

Cuando adoptamos un gato adulto, muchas veces no conocemos su pasado, y tendemos a pensar que todos los gatos que fueron abandonados en una perrera, protectora o en la calle han tenido una mala vida, pero no es así para todos. Muchos han sido arrancados de un hogar en el que eran felices y han perdido a su persona, su referente familiar, su vínculo afectivo y lo que le daba seguridad y felicidad. Es el caso de los gatos cuyas personas han fallecido, por ejemplo. Estos gatos fueron muy felices y bien tratados seguramente, pero su persona ha fallecido o fue ingresada en una residencia para personas de edad avanzada y la familia decidió abandonar al gato. En este tipo de casos los gatos suelen entrar en una depresión profunda, dejando de comer incluso y peligrando su vida. Los gatos que han sido muy felices con sus personas y se ven luego en una jaula o en la calle sufren muchísimo esta situación y no entienden nada. Por eso, si encuentras un gato muy deprimido y está bien de salud, seguramente ha perdido a su familia humana o animal y su hogar.

 

Agresividad

Por otro lado, los gatos que han tenido una familia pero han vivido muy estresados en ella, suelen somatizar más bien algún tipo de conducta o comunicación agresiva entre otras cosas. Son gatos a los que han regañado mucho por todo, que han vivido con personas enfadadas, en conflictos familiares, ambientes tóxicos y con personas que no los trataban bien. Tendemos a pensar que un gato asustado es porque lo han maltratado pero no es así, los gatos maltratados tienden a desarrollar una conducta defensiva/agresiva por cómo fueron tratados. Pasa también con los gatos con los que las personas han jugado con las manos de manera muy abusiva, provocándolos constantemente para morder. Si has adoptado un gato adulto que muerde, es porque se ha criado solo y han jugado con las manos, pero esto se puede trabajar a cualquier edad, ¡vamos a trabajarlo!

 

Maullidos constantes

Cuando adoptamos un gato adulto debemos tener en cuenta que va a maullar las primeras noches porque se siente muy desubicado, ha perdido todo referente al cambiar de familia o lugar y necesitan tiempo. Pero cuando estos maullidos no desaparecen sino que van a más y el gato no se adapta, sino que deambula por casa y está nervioso pasadas ya unas semanas, puede significar que no quiere estar allí. Generalmente, se trata de gatos perdidos, gatos que a lo mejor salieron de su casa y no pudieron volver, o gatos que fueron abandonados por sus personas en la calle. Ellos no entienden que no pueden volver a su hogar, maúllan y maúllan para salir y volver a casa, no saben que han sido abandonados o quieren volver a la casa de la que salieron y se perdieron. Por eso, hay que tener en cuenta esto si hemos adoptado un gato que no para de maullar: ha perdido su hogar, o a alguien, y lo está buscando. Debemos comprobar si tiene microchip, así como poner carteles por la zona donde lo encontramos, y avisar a las clínicas veterinarias, policía local de la zona, perrera, protectoras, redes sociales, etc., por si fuese un gato perdido. Pero si sabemos que ha sido abandonado y no podrá volver a su casa, a lo mejor necesitará ayuda profesional para adaptarse a esta nueva familia y lugar. Ocurre igualmente si hemos recogido al gato de la calle y estaba con otro gato, o tenía vínculo con otro gato o perro y han sido separados. Los vínculos y relaciones son sagrados y debemos respetarlos, son sus compañeros de vida. Las personas se deshacen de los animales pero entre los animales los vínculos nunca se rompen, por tanto debemos estar atent@s a que esto no ocurra y no sean separados de su familia animal.

Por otro lado, los gatos acostumbrados a vivir libres en el exterior, también tienden a maullar mucho cuando se ven encerrados. Algunos se acaban resignando y se adaptan a vivir en interior, pero otros insisten en querer salir. Esto es algo a valorar en cada caso, porque en Terapia Felina siempre intentamos hacer caso a los gatos y darles lo que ellos saben que necesitan.

Los gatitos siempre van a maullar si son separados demasiado pronto de su familia, su madre y hermanos. No debemos jamás separarlos cuando no están preparados para ello, como mínimo debemos respetar los primeros 3 meses de vida junto a su madre y hermanos, y si podemos respetar los vínculos entre hermanos para siempre, será mucho mejor, ya que será un vínculo que tendrán de por vida, y un aprendizaje y equilibrio para siempre como gatos adultos. Muchas personas adoptan un gatito pequeño y se quejan de que no para de maullar. Ese gatito necesita a su madre y a los gatos con los que se estaba criando, es demasiado pequeño para estar solo y haber perdido todo referente, le estamos generando un problema grave por capricho nuestro. Nunca jamás un gatito debe criarse sin otros gatos, es algo que hablamos en casi todos nuestros artículos y vídeos porque es vital para ellos tener un referente de su especie.

 

Antes de arrancar a un gato de su vida, familia, colonia, familiares humanos y animales, debemos tener en cuenta si el gato querría eso y qué problemas le puede originar

Malos aprendizajes y malas experiencias

Si has adoptado un gato adulto que tiene conductas predatorias agresivas, esto siempre tiene un origen común en todos los casos: se trata de un gato que se ha criado con personas, sin otros gatos, no han sabido acompañar al gato en su aprendizaje y en muchos casos han jugado con las manos con ellos.

Si tiene otras conductas agresivas, como por ejemplo un episodio de AR (Agresividad Redirigida), también se trata de un gato que se ha criado sin gatos, siendo muy inseguro y probablemente ya haya tenido alguno de estos episodios antes (motivo por el cual lo abandonaron).

Es bastante frecuente que encontremos gatos adultos con diferentes conductas agresivas, suele ser el motivo por el que fueron abandonados. Hay muchas personas que adoptan un gatito muy pequeño, lo crían sin otros gatos cometiendo muchos errores, juegan con las manos con ellos, o les regañan mucho, y cuando son adultos y muerden para todo, o tienen un episodio de AR, o cuando las personas van a tener un bebé y ven que su gato tiene un “problema de agresividad”, son abandonados por estas mismas personas que los criaron y les generaron este problema, es algo que, desgraciadamente, sucede todos los días.

Por otro lado, los gatos que son muy inseguros o tímidos, pueden ser confundidos con gatos ferales. A veces es complicado determinar si un gato es sociable o no cuando lo encontramos en la calle, por ello siempre que tengamos dudas es mejor comprobar si tiene microchip, poner carteles con su foto y preguntar en los alrededores. Muchos gatos pertenecen a colonias felinas urbanas cuyos cuidadores conocen bien y saben cuánto tiempo llevan allí o si han nacido allí, por eso también conviene averiguar quién está gestionando esa colonia donde ha aparecido este nuevo gato. A veces los gatos se pierden o son abandonados en estas colonias, pero otras veces son gatos ferales que están en su hogar y no debemos molestarlos. Hay que valorar cada caso de manera individual antes de someter al gato a un estrés innecesario.

Un gato con mucho miedo no tiene por qué haber sido maltratado, a veces se trata de gatos que no han socializado con el humano o que son ferales, o también a veces son gatos que sólo conocen un hogar y una familia y al estar perdidos están muy asustados y no se dejan tocar ni agarrar por nadie. Por eso es importante valorar cada caso teniendo en cuenta todas estas cosas, para evitar “secuestrar” un gato feral y para saber cuándo un gato realmente necesita ayuda.

 

Síntomas de haber sufrido mucho estrés

Algo que debemos tener muy en cuenta es que los síntomas de estrés pueden aparecer hasta dos meses después de haber adoptado el gato. Si este gato ha vivido cambios, situaciones de presión, acoso, maltrato, abandono, y mucho estrés, puede que no se le note demasiado cuando lo está viviendo, pero cuando es adoptado y por fin tiene un hogar tranquilo y desaparece todo su estrés, es cuando lo vivido se somatiza. Normalmente los síntomas de estrés más frecuentes en estos casos son bajada de defensas en el sistema inmunitario del gato, pudiendo tener como consecuencia algún tipo de infección y hongos por ejemplo. Es por ello muy frecuente que un gato recién adoptado comience a orinar fuera del arenero unas semanas después de llegar a casa, lo cual casi siempre es síntoma de infección de orina. En cuanto se relajan y desaparece el estrés, es cuando el sistema inmune agotado somatiza lo vivido.

Por eso Terapia Felina siempre ofrece acompañamiento gratuito durante los primeros dos meses de una adopción, para acompañar así cualquier situación que se de durante ese período como consecuencia de lo que ha vivido ese gato, ofreciendo apoyo y soporte a la familia, para evitar que el gato sea de nuevo abandonado por ese motivo.

Los gatos pueden haber vivido situaciones difíciles y por ello la nueva familia debe estar dispuesta a comprender esto y a ayudar al gato a solucionar todo lo que haya sido traumático o le haya afectado de manera profunda. Todas las personas adultas tenemos también una gran “mochila” y por ello debemos comprender a los gatos, sobre todo los que han vivido con otras personas y no han sido bien tratados, o los que vienen de protectoras de animales, perreras o desalojos y han pasado mucho estrés. Lo bueno es que todo se puede trabajar y equilibrar si el gato es feliz en su nuevo hogar y la familia lo ama y se implica.

 

Los gatos que han vivido mucho estrés pueden somatizarlo cuando el estrés desaparece

Síntomas de no haber tenido a su madre

Muchas veces encontramos gatitos abandonados sin su madre y para salvarles la vida nos los llevamos a casa, pero el haber sido separado de su madre de manera antinatural les genera algunas carencias de por vida. Por ejemplo, si tu gato tiende a mamar las mantas, o incluso a ti (cuello, dedos), mientras amasa, es porque nunca fue destetado por su madre. El reflejo de succión de cuando maman lo continúan teniendo de por vida, no hubo nunca un corte natural por parte de su madre y por ello persiste. Siempre que veas un gato adulto mamando, es por este motivo. No les causa ningún problema en principio, salvo si comienzan a roer la tela y tragarla, en cuyo caso ya hablamos de un problema de Pica.  Las personas no podemos cortar este reflejo de succión de manera natural, sólo su madre puede. Pero puedes no fomentarlo, no dejándote que te succione, moviéndote o levantándote sin decir nada cuando comienza.

Otro rasgo común en gatos que no fueron destetados por su madre es la monta. Tienden a montar mantas, peluches, y raras veces a las personas, mientras amasan. Muchas veces agarran la manta con la boca mientras la montan y amasan. Siempre ocurre en gatos no destetados por su madre. Otras veces ocurre esta monta con otro gato, pero no es nada sexual. Suele ocurrir cuando el gato “mal destetado” quiere relacionarse con otro gato pero éste huye o lo evita. En estos casos muchas veces el gato que no fue destetado lo monta para inmovilizarlo, pero realmente es una conducta poco coherente, sencillamente no sabe qué hacer y se frustra. Ocurre con frecuencia durante los primeros meses de convivencia de gatos que fueron presentados, incluso estando castrados.

 

Síntomas de maltrato físico

Esta suele ser la cara y lenguaje corporal de un gato que ha sido abusado y maltratado por personas, incluso regañado en exceso. Suele estar a la defensiva, de una manera más intensa de lo que la situación supone. Son gatos que se defienden si te acercas, se muestran muy incómodos y no se dejan tocar. Su lenguaje corporal es muy diferente al de un gato feral, que lo que intenta siempre es huir y mantenerse a distancia, evitando el contacto y la cercanía. Los gatos que han sido maltratados se suelen defender y sentirse incómodos sobre todo si nos acercamos y levantamos la mano o la acercamos para tocarlo, sobre todo si es por delante de su cara. Es de esta manera como le han pegado o han jugado con las manos de una manera muy abusiva e invasiva, por eso no suelen tolerar ser tocados por delante o por encima de su cabeza.

Por supuesto son gatos recuperables, sólo necesitan espacio, cero presión, tiempo y un trabajo en positivo como el que hacemos en nuestras consultas. No son gatos con problemas ni agresivos, sino gatos que han tenido una vida complicada con personas que no los trataron bien. Te invitamos a conocer nuestro hermoso programa de Gatos Guerreros.

Nuestro trabajo consiste en hacer que los gatos se sientan libres y felices allá donde estén, y todos los gatos del mundo son capaces de sentirse así con las personas y entorno ideales para ellos.

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En resumen, debemos conocer mejor a los gatos y sus necesidades desde que son pequeños para evitar que luego tengan secuelas e incluso que sean abandonados por problemas que las propias personas han creado:

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Nuestro trabajo se basa en la admiración, pasión, amor,
y sobre todo, el respeto por los gatos.

Corazón
Te acompañaré, te protegeré y enseñaré a lo largo de todo tu camino. Te amaré hagas lo que hagas, porque veo a través de tus ojos al Ser. El Ser que habita tu cuerpo, es Amor. Te cuidaré y guiaré, como amigo, compañero y Maestro de Almas.
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