Una vez lo hemos llevado a la clínica veterinaria y podemos llevarnos al gatito a casa para sacarlo adelante, debemos saber y hacer lo siguiente. No obstante, ninguna persona es capaz de sustituir un gato, y un gatito necesita a su especie. Las personas podemos sacar un gatito adelante pero no le podremos dar nunca lo que necesita, es por ello que debemos encontrar la manera de que este gatito tenga compañía de su especie de manera urgente. Puede ser otra gata que está cuidando a sus bebés y acepta adoptarlo, puede ser un gato adulto que tengamos en casa, o puede ser otra camada de gatitos, siempre tras pasar por la veterinaria y comprobar que todos están sanos y no se pueden contagiar nada. Piensa que la socialización y aprendizaje de los gatitos es vital sus primeros 3 meses. No se puede esperar semanas para juntarlo con otro gato, porque cada día y cada semana pierde lo que necesita, y ese tiempo es irreversible para que crezca sano y equilibrado. Así que con sentido común y cuidado, debemos encontrarle compañía gatuna de urgencia.

El gatito necesita dos cosas muy importantes para sentirse cuidado y seguro: calor corporal y el latido de un corazón. Como decíamos, los gatitos siempre están pegaditos a su madre o juntos, como no regulan su temperatura corporal, se calientan así, pero además, sentir el latido del corazón de su madre o hermanos les da seguridad. Por eso, si no hay otros gatos o animales, lo ideal sería que pudieras llevarlo contigo, pegadito a tu pecho, el mayor tiempo posible. Si tienes que ausentarte un momento, el gatito ha de estar siempre en un lugar cálido. Puedes poner junto a él botellas con agua caliente rodeadas de una toalla para que no quemen, simulando la temperatura corporal de su madre (se enfrían rápido, esto es muy puntual), o mantas eléctricas bajo una toalla o el transportín (con cuidado) a temperatura moderada. Si el gatito no nota el latido de un corazón ni calidez, maullará mucho y se arrastrará buscándolo. 

Debe tomar el biberón cada 3 o 4 horas, sobre todo las dos primeras semanas de vida, luego se pueden retrasar más las tomas al crecer un poco. En clínicas veterinarias, comercios y tiendas especializadas venden leche materna de gata, que es la única que debemos usar. Jamás debemos usar leche de vaca ni otra leche que no sea la materna especializada para gatitos. Se suele vender en polvo y se mezcla con agua templada (nunca de grifo, agua mineral o filtrada). Para que el gatito tome el biberón, es importantísimo que la leche esté a temperatura corporal, como si saliera de la madre, ni muy caliente ni muy fría, de lo contrario el gatito no comerá. Puedes encontrar siempre clínicas veterinarias de urgencia 24 horas que seguramente tengan leche especializada.

Al tomar el biberón, debemos colocar al gatito como si estuviera apoyado en el vientre de su madre, de forma más o menos diagonal al biberón, y darle un soporte a sus patitas, que normalmente comienzan a amasar, es un reflejo para estimular las mamas de su madre.

Normalmente los biberones que venden suelen tener el agujero de la tetina muy pequeño, si es necesario cortaremos un poco la punta con unas tijeras para que salga algo más de cantidad de leche, con cuidado de que no sea demasiada.

Cuidado a la hora de colocar el biberón, para que el gatito no trague aire, intentemos que siempre llegue leche a la tetina.

Varias veces al día, debemos estimular al gatito para que haga sus necesidades hasta las 3-4 semanas de vida, sobre todo un rato después del biberón. La madre suele estimularles con la lengua, haciendo masajes en la tripa, en el ano y aparato genital. Nosotr@s debemos hacer estos masajes con una toalla humedecida en agua a temperatura corporal, durante unos segundos hasta que el gatito orine o defeque. Se recomienda hacer esto sobre una pequeña bandeja con arena, para que el gatito empiece a relacionar la bandeja más adelante con sus deposiciones. Los masajes en la tripa los haremos siempre una media hora después del biberón y podemos usar también nuestros dedos. Deben ser masajes muy suaves, en una posición en que el gatito está cómodo (nunca bocarriba sobre nuestra mano). Si con estos masajes el gatito no hace sus necesidades en 48 horas, debemos llevarlo a la clínica veterinaria. Es normal que cuando encuentras un gatito, esté estreñido las primeras 24-48h, quizás porque no ha comido o por el cambio de leche, pero máximo en 48 horas debe defecar.

Si el gatito maúlla mucho, pueden ser varias cosas: que no reciba calor ni sienta un latido de corazón, sienta que está solo, que tenga hambre y esté buscando las mamas de su madre, o que quiera hacer sus necesidades.

A partir de las 4 semanas de vida más o menos, el gatito puede comenzar a comer algo más sólido, como comida húmeda para bebés. En Terapia Felina no recomendamos dar pienso, sino dieta natural, lo antes posible.

A esta edad también comienza a usar su arenero para orinar y defecar, pero algo importante, ¡debe tenerlo muy cerca! Si el gatito está sobre tu cama, no va a bajar para orinar, le va a dar un “apretón”, maullará, dará un par de vueltas, si no hay arenero lo hará donde pueda. Por eso, deben tener el arenero siempre muy cerquita de donde están hasta que son un poco más grandes y caminan distancias más largas.

Tenemos que tener en cuenta que es muy difícil sacar adelante a un bebé sin su madre, no debemos desanimarnos si no sale por muchos cuidados que le demos. Realmente el “peligro” de que el gatito muera está entre la primera y tercera semana de vida, si llega casi al mes, ha pasado lo peor y habremos salvado una vida, ¡enhorabuena! Pero a partir de aquí, no olvides que sigue necesitando  urgentemente relacionarse con otros gatos.