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Relación entre gatos

El acoso y la mala relación entre gatos

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El acoso y la mala relación entre gatos

cómo prevenir, identificar y trabajarlo

Autora: Laura Trillo Carmona.

Hoy en día las relaciones entre gatos representan gran parte de nuestro trabajo como Comunicadoras y Terapeutas Felinas. Los gatos están viviendo una nueva fase de adaptación en su evolución, en la que se ven obligados a vivir en un lugar cerrado con otros gatos que la mayoría de las veces no son su familia original y a los que conocen de repente, muchas veces de adultos. Esto es difícil  para ellos, y es por esto que muchas veces cuesta tanto que se adapten. Sabemos que son animales territoriales en mayor o menor grado, que tienen miedo y siempre necesitan tener un territorio fijo, un lugar seguro que ellos controlan cada día, y pueden no sentirse cómodos o seguros ante la presencia de otros seres vivos. Son animales muy sensibles a todo lo que ocurre a su alrededor, necesitan estar alerta, y sus relaciones con otros gatos comienzan generalmente con un lenguaje defensivo, de primeras no confían.

En las relaciones entre gatos no hay jerarquía definida, esto es importante. No hay alfas, dominantes ni sumisos, así como tampoco lo hay entre un gato y su persona. Lo único que condiciona la relación entre un gato y otro es el carácter único e individual de cada uno. Puedes ver en una colonia de 40 gatos cómo cada uno se relaciona de forma muy distinta con cada gato, incluso en casa, con cada persona y animal. Por eso, debemos ver las relaciones como algo único entre individuos sin igual.

Relación entre gatos
No todos los gatos se van a llevar bien, las relaciones son exclusivas entre individuos únicos

Origen de los problemas de acoso y mala relación entre gatos

 

Elegir un gato con un carácter no compatible y hacer mal las presentaciones con el gato nuevo.

Es muy importante si vas a adoptar un gato cuando ya tienes uno o varios en casa, que ha de ser compatible con el carácter de los demás. También para asegurar una convivencia pacífica y evitar problemas de acoso y mala relación, debemos hacer las presentaciones entre los gatos correctamente, pues uno de los orígenes de problemas de acoso y mala relación entre gatos es haber hecho mal las presentaciones, demasiado rápido, sin tener en cuenta cómo se siente cada uno, ni lo que se comunican entre ellos. A veces pensamos que es fácil, los juntamos antes de que estén preparados y se producen peleas. Si esto ocurre, hemos perjudicado mucho su relación, ahora desconfían uno del otro y pasa de ser una simple presentación entre gatos a ser un trabajo más complicado de confianza entre ellos, lo que puede durar meses. Por eso, recomendamos hacer nuestro protocolo de presentación entre gatos y ofrecemos nuestra ayuda para acompañaros y que se haga todo bien. Esto también se aplica para las personas que se van a vivir juntas y ambas tienen gatos, son familia y van a tener que convivir así que hagamos las presentaciones con calma, dándoles tiempo de asimilar todo.

 

Acumular gatos por apego de la persona

Algo importante que vemos a diario en nuestras consultas: hay personas que acumulan gatos en sus casas, por apego. En Terapia Felina venimos de Protección Animal, somos rescatistas desde hace más de 22 años y casas de acogida, y sabemos bien lo que se quiere a un gato de acogida, pero no por ello deben quedarse todos los gatos en casa, sobre todo hablando de que hay un problema de acoso entre gatos. Normalmente es el último que ha llegado, el que desequilibró el grupo. Se nota muchísimo y la persona sabe cuál es, todo era armonía y equilibrio hasta que llegó este gato. Incluso pese a llegar un gato que desequilibró el grupo, siguen acogiendo y adoptando más gatos, lo cual genera un problema de hacinamiento mayor y puede incluso haber problemas de marcaje urinario por estrés territorial entre otras cosas. Normalmente en estos casos, la persona se ha quedado el gato por motivos como que es muy cariñoso, o por prejuicios del tipo “quién lo va a querer, si es viejo, negro, etc”. Nadie debe tomarse esto a mal, sólo intentamos poner conciencia en algo que vemos a diario. Debemos aprender a sentir más y a dejas las cosas fluir de manera natural, sin bloquear a nadie por miedos, prejuicios o carencias. Las personas que sienten esta pena, culpa, saben que eso está ahí y que es el motivo por el cual se quedan a estos gatos. Todo esto lo explicamos porque antes de trabajar un problema de mala relación entre gatos, tenemos que valorar quién es cada uno, cómo se están sintiendo, qué quieren ellos, y si esa relación fluye para arreglarse o se está forzando a los gatos. Es un tema delicado que tratamos con mucho cariño y de manera muy personal en nuestras consultas. No tengas miedo de contarnos tu caso, nunca jamás te vamos a decir que un gato debe salir de tu casa, va contra nuestra filosofía. No te vamos a forzar nunca a nada a ti tampoco, sólo vamos a plantear toda la situación desde el sentir y una visión realista y tú mism@ vas a llegar a tu propia decisión anteponiendo el bienestar de tus gatos ante todo. Te acompañamos a ti y a tu familia gatuna hacia la mejor relación posible entre todos.

 

Uno de los gatos no se encuentra bien

Otro motivo frecuente de acoso es este. Ocurre entre gatos que convivían pacíficamente y jugaban entre ellos, tenían buena relación, pero de repente un día se persiguen y acosan, acabando muchas veces en pelea. Las personas no se lo explican y tienden a regañar al que acosa pero no hay que regañar a nadie. Sencillamente algo ha cambiado en uno de ellos y el otro no lo entiende. Suele pasar que por ejemplo el acosado, empieza a no sentirse bien, y en vez de jugar como siempre, se muestra huidizo o a la defensiva con el otro gato, que no entiende nada, se frustra y comienza a acosarle más. Otras veces es el gato que acosa el que no se encuentra bien, suele ser que tiene un dolor más agudo o picor lo que le hace sentirse estresado y acosar al otro gato. Así que en vez de regañarlos, observa bien, ¿cuál de los dos ha cambiado con respecto al otro? Uno de ellos se está poniendo muy pesado, intenso, obsesivo, o ¿es el otro que de repente está muy a la defensiva?

 

Un episodio de AR (Agresividad Redirigida) entre ellos

También puede pasar entre gatos que convivían y se llevaban bien, que de repente un día se pelean muy fuerte y desde entonces no se pueden ni ver. Hay que separarlos y no forzar nada hasta trabajarlo bien, para ello os recomendamos que si esto os ocurre, contactéis con nuestro equipo cuanto antes para no cometer errores y comenzar a trabajarlo cuanto antes. En estos casos hacemos lo que llamamos una “reconciliación” entre los gatos. A veces es un trabajo de meses pero son nuestra familia, han pasado por un proceso traumático y por supuesto pueden volver a convivir como antes. Ningún trauma se arregla en pocos días, hay que tener paciencia, uno de los dos se ha asustado mucho y se han peleado, así que hay que trabajar para devolverle la seguridad y la confianza.

 

Gatos mal socializados

En Terapia Felina somos muy pesadas con esto porque es algo que está perjudicando constantemente a los gatos. Debemos respetar su proceso de socialización y aprendizaje cuando son pequeños. Esto les ayudará a ser gatos equilibrados de por vida y a enfrentarse a las situaciones nuevas, enfermedades y otros individuos de una manera mucho más llevadera y equilibrada para ellos. Un gato que se ha criado solo con personas y sin gatos sus primeros meses de vida, cuando de adulto conoce a otro individuo de su especie, no sabe cómo reaccionar ni relacionarse. Tiende a la agresividad de una manera más intensa, y no entiende bien los límites que el otro gato le está intentando poner, por eso se produce el acoso. Quiere relacionarse, no sabe cómo, persigue al otro gato, se le tira encima, le agarra, pero por más que le otro huye, bufa, grita, sólo se frustra más e intensifica esta agresividad. Esto es falta de socialización y de herramientas, fruto de haberse criado solo con personas. Un gato equilibrado sabe relacionarse con otros gatos y gestionar todo tipo de situaciones con más calma.

 

Territorialidad

La territorialidad es algo natural en los gatos y no es un problema para ellos, es parte de su personalidad. Hay gatos muy territoriales con los gatos, otros son selectivos, pero de cualquier manera, esto es difíicil de trabajar ya que no responde a ningún desequilibrio sino todo lo contrario, el gato es territorial y no tolera en su territorio (hogar, casa) a ese otro gato en concreto. Si has leído hasta aquí, te puedes hacer una idea de cómo puede responder tu gato a otro gato, en general. Si fue criado con otros gatos jugando mucho o se crió solo, si ha vivido con más gatos o no. El hecho de convivir con otros gatos no asegura que se lleve bien con todos los demás, sobre todo si a los gatos con los que vive los ha conociendo siendo bebé o si los otros llegaron siendo bebés. La prueba es si se conocieron de adultos y todo fluyó de manera natural bien, significa que es muy sociable con gatos y sabe relacionarse. Siempre puede haber algún gato con el que no se lleve bien, no tienen que llevarse bien con todos, como las personas, tendrán más o menos afinidad con algunos. Pero la territorialidad es parte de la personalidad de cada gato y si es fuerte, no se puede trabajar sin forzar, porque para el gato es natural esa territorialidad. Tendríamos que valorar cada caso de manera individual antes de nada.

 

Gatos con miedo o traumas

También ocurre que por muchos motivos, un gato tiene  miedo en general, es inseguro, y tiene todavía más miedo a los demás gatos. También lo podemos considerar como un gato que no ha socializado bien, o quizás ha vivido alguna situación de acoso anteriormente, o ha sido muy abusado por personas, muy regañado, presionado, y se muestra a la defensiva ante lo nuevo, desgraciadamente es así. Por eso, se puede producir acoso porque siempre se muestra a la defensiva ante un gato que de primeras sólo quiere saludar y relacionarse de manera amistosa. El gato inseguro no baja la guardia e incluso tiene una reacción de miedo y defensiva exagerada cuando no le están haciendo nada. Si este miedo no se trabaja, el otro gato puede comenzar a frustrarse y a acosarle más en serio. Además, que ambos están estresados y ningún gato debe vivir con miedo ni frustrado.

 

Problemas en el exterior con gatos vecinos

También es frecuente en gatos que viven con acceso libre al exterior, que tengan encontronazos con otros gatos de la zona o de vecinos. Es un problema común que puede llevar a los gatos a peleas constantes, persecuciones, y también pueden comenzar a marcar con orina dentro de casa al sentirse muy inseguros e invadidos en su territorio. Es muy difícil trabajar esto cuando los gatos tienen acceso al exterior y las peleas ocurren fuera, porque no lo podemos controlar y en estado de libertad ellos deciden también qué hacer, como es natural en ellos. Podemos evitar que salgan del terreno o evitar que los otros entren, podemos poner barreras (nunca pastores eléctricos ni nada que sea negativo para los gatos), pero trabajar la relación entre dos gatos que viven en diferentes territorios, que no son de la misma “familia” y que tienen conflictos territoriales, es bastante complicado.

 

Al volver de la clínica veterinaria

Situación también muy frecuente: has llevado a uno de los dos a la clínica, y al volver y sacarlo del transportín, se ha peleado fuertemente con el otro gato y ahora no pueden verse sin atacarse. ¿Qué ha pasado? El gato que fue al veterinario se ha estresado mucho, ha ido soltando feromonas de alarma en el transportín e incluso huele él mismo a estas feromonas, que significan que algo va mal, hay un peligro, lo cual alerta al otro gato y le hace sentir miedo (te recomiendo hacer el Curso de Comunicación Felina). Por otro lado, si ha vuelto tras una cirugía y está aún medio anestesiado, su lenguaje corporal es raro para el otro gato. Si además, lo han tocado en exceso y tiene olores químicos, en vez de oler a sus feromonas, el otro gato de primeras no lo reconoce y es como si metieras a cualquier gato adulto en casa y lo soltaras de golpe delante de tu otro gato. Porque no huele al gato que conoce, su lenguaje corporal es raro y huele raro. Así que para evitar esto, recomendamos siempre llegar a casa con el gato en el transportín y llevarlo a una habitación tranquilo. Dejar que se despierte bien, que no tenga dolor, que se recupere del estrés sufrido y vuelva a tener su lenguaje corporal tranquilo y seguro, y sobre todo, que se lave a sí mismo para recuperar sus propias feromonas. Puede tardar unas horas, o ser de un día para otro, pero cuando se sienta otra vez bien y huela a sí mismo, entonces el otro gato lo reconocerá y evitaremos así un mal trago (y en muchas ocasiones, tener que hacer un trabajo de reconciliación de meses).

 

Cuando dos gatos tienen problemas entre ellos tienen motivos de sobra que debemos comprender y sentir, nunca regañar ni imponernos a ello

¿Cómo sé si en casa tengo un problema de acoso entre gatos?

En un problema de acoso entre gatos siempre hay dos roles: el acosador y el acosado, es unidireccional. En un juego entre gatos, los papeles van cambiando todo el rato, además no hay tensión entre los gatos y ambos se buscan, para luego seguir conviviendo tranquilamente porque todo está bien, aunque el juego a veces acabe con un bufido o pequeño grito cuando uno de los dos quiere parar. Cuando hay un problema de acoso, siempre es el mismo gato acosando al mismo gato, hay miedo, tensión, evitación, conflicto e incluso peleas fuertes, y no pueden convivir tranquilamente.

El acosado siempre está a la defensiva, bufa, gruñe, huye, y esto es lo que hace que el acosador le agreda y persiga. El acoso se terminaría si el gato acosado se mostrara sociable y tranquilo, por eso, cuando trabajamos el acoso entre gatos, una parte importante a equilibrar es este miedo y lenguaje defensivo que sin querer provoca al otro gato. También cuando el acosado huye y sale corriendo, inevitablemente es perseguido por el acosador acabando en un conflicto o pelea ya que están en un lugar cerrado sin vías de escape, por lo que otro aspecto a trabajar es que ambos puedan moverse con libertad delante del otro.

 

¿Cómo reaccionar si mis gatos se pelean?

Lo más importante: no enfadarse con ninguno, no gritar, ni regañar a nadie. Desde la calma y en silencio, dependiendo de la situación, intentaremos cortar el contacto visual entre ambos gatos con algo grande que pondremos entre los dos. Intentaremos que uno de los dos se vaya de manera natural sin poder acceder al otro. Nunca jamás agarraremos a ninguno de los dos gatos en brazos y los tocaremos en una situación así. Podemos provocar una AR, una agresión aún más grave e incluso que nos agredan a nosotros por el estado de miedo y tensión en el que están.

Dependiendo del origen de este conflicto, actuaremos de una manera u otra. Si es una AR repentina, recomendamos separarlos y contactar con nosotras urgentemente. Si no estás segur@ de cómo van a reaccionar cuando se vean, mete a uno de ellos en un transportín o jaulón de manera suave y deja que se vean para ver cómo reaccionan. Puedes grabarlo en vídeo y pedir nuestra valoración si no entiendes bien lo que pasa. Lo importante es ver qué ha pasado y cómo se sienten ellos, si ha sido algo leve y no ha pasado nada o ha sido algo fuerte y ahora se tienen mucho miedo y no se pueden ni ver. De cualquier manera es mejor contactar con una profesional en estos casos.

 

¿Cómo comenzar a trabajarlo?

Depende del caso, del tipo de acoso y de la intensidad, de si pueden convivir o no. A veces tenemos que comenzar en Fase 1 como en los protocolos de presentaciones entre gatos. Esto lo hacemos si los gatos se pelean muy fuerte y no pueden convivir. Hacemos un trabajo pautado con la familia y siempre bajo nuestra supervisión. Es imposible dar pautas que sirvan para todos los casos, son animales sintientes y el trabajo dependerá de cómo se encuentren y de lo que vayan necesitando.

Si el acoso es leve y pueden convivir mientras lo trabajamos, realizamos con la familia una serie de pautas y tratamiento, también supervisado, que suele durar menos tiempo que si tenemos que comenzar en Fase 1 porque el acoso es más grave.

De cualquier manera, te recomendamos siempre contarnos tu caso para que lo podamos valorar personalmente y así poder ayudar a tu familia.

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El acoso y la mala relación entre gatos

En resumen, las relaciones son inviduales y complicadas, tenemos que conocer ambas partes y sentirlas para saber qué está ocurriendo e intentar armonizarlo:

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Nuestro trabajo se basa en la admiración, pasión, amor,
y sobre todo, el respeto por los gatos.

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Te acompañaré, te protegeré y enseñaré a lo largo de todo tu camino. Te amaré hagas lo que hagas, porque veo a través de tus ojos al Ser. El Ser que habita tu cuerpo, es Amor. Te cuidaré y guiaré, como amigo, compañero y Maestro de Almas.
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