16 Abr Embarazo, Toxoplasmosis, bebés y gatos
Embarazo, Toxoplasmosis, bebés y gatos
¡nada que temer!
Autora: Laura Trillo Carmona.
Revisado por: Ana Botrán Velicia. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
¿Vas a ser mamá? ¡Enhorabuena! Y tu primera conversación con tu ginecólog@, ¿ha sido la siguiente?:
“- ¿Tienes gatos?
– Sí…
– ¡¡Ufff!! Pues tienes que DESHACERTE de ellos… porque te van a contagiar la Toxoplasmosis”
Probablemente tu familia y personas cercanas a ti te digan lo mismo. Pero realmente, ¿tiene esto sentido? No. ¿Qué pasa cuando una mujer embarazada contrae Toxoplasmosis, y da la casualidad de que convive con un gato? Que le echan la culpa al gato, pero en realidad, lo más probable es que la Toxoplasmosis la haya contraído por comer verdura mal lavada o carne cruda (embutidos, carne mal cocinada, etc.). Al final como siempre, la culpa dicen que es del gato (también fue el supuesto culpable de la Peste en la Edad Media, que transmitía una pulga de los roedores, y del baile de San Vito y de…), os explicaré por qué de forma muy sencilla.
Basta ya de atribuir al gato aspectos negativos, basta ya de verlo como un animal sucio y lleno de enfermedades, basta ya de sacrificarlo, abandonarlo y maltratarlo, es un animal muy valioso, un compañero único, y todo este daño se lo estamos haciendo de forma inconsciente y gratuita.
No abandones a tus gatos durante tu embarazo, infórmate bien y ¡ten más cuidado con lo que comes!
Cuando leas el artículo, te recomiendo visitar la galería de fotos que hemos construido entre cientos de mujeres en el Facebook de Terapia Felina, mujeres que han vivido sus embarazos junto a sus gatos y sus hijos han crecido junto a ellos. Es una galería preciosa hecha por mujeres que lo han vivido, incluida yo misma, y en la que puedes contribuir si quieres con tus propias fotos. A continuación te dejo también un vídeo en el que mi compañera Paula Vanasco y yo hablamos sobre este tema.
¿Qué es la Toxoplasmosis?
Es una enfermedad infecciosa, originada por un parásito que se llama Toxoplasma gondii que se encuentra parasitando la carne de muchos animales, entre ellos el cerdo. También se encuentra en la tierra, en vegetales u otros productos contaminados con sus huevos (ooquistes).
Es una enfermedad que si se contrae en otra etapa de la vida suele ser asintomática y no da ninguna clínica, o algunos síntomas inespecíficos parecidos a los de la gripe, pero que si se adquiere estando embarazada puede transmitirse al feto a través de la placenta y producirle problemas muy graves, como retraso psicomotor y ceguera.
Por eso durante el embarazo, se realizan varios análisis de sangre en los que se solicitan los anticuerpos frente al Toxoplasma, para saber si la futura mamá ha pasado la enfermedad anteriormente, y ha quedado inmunizada para ella, o si por el contrario, nunca ha tenido contacto con ella, y todavía tiene el riesgo de contagiarse y transmitirla al bebé.
En este último caso, a la madre se le indica que no debe consumir productos cárnicos ni embutidos no elaborados, al igual que frutas y verduras no bien lavadas que puedan estar contaminadas por el parásito. También se recomienda equivocadamente a las embarazadas, deshacerse de sus gatos o no tener un trato cercano con ellos, ya que el toxoplasma puede parasitarlos y éstos lo excretan por las heces cuando se han infectado.
Los gatos son el único huésped definitivo para este parásito, es decir, el gato es el único animal en el que este parásito incuba sus huevos (ooquistes).
El Toxoplasma gondii, se encuentra sobre todo en la tierra, y la suelen transmitir los roedores o pájaros. El gato al cazar y comerse estos animales, es infectado por el parásito y éste utiliza al gato para incubar sus ooquistes. Si el gato, está en casa y sólo come pienso, no puede infectarse por Toxoplasma.
Un gato infectado con el parásito, lo excreta en las heces durante un mes. Estas heces con ooquistes deben estar expuestas durante 24-48 horas para que sean infecciosas, cosa que no ocurre, ya que limpiamos las heces de los gatos a diario. Además, para contagiarte por Toxoplasma, sería necesario tocar las heces con las manos y llevártelas a la boca. Lo cual es bastante improbable.
¿Cómo prevenir la Toxoplasmosis?
- Evitar comer carne poco hecha o directamente no comer carne. La carne debe calentarse hasta 60º C ó congelarse -20 ºC, para destruir los quistes (estas temperaturas no suelen alcanzarlas los congeladores domésticos).
- Lavar bien todas las frutas y verduras.
- Evitar hacer trabajos de jardinería. Si se hacen, utilizar guantes y lavarse bien las manos después de trabajar en el jardín.
- Respecto a los gatos:
- Si viven en casa y comen pienso, no contraen ni contagian la Toxoplasmosis.
- Si salieran al exterior y cazaran animales vivos, habría que evitarlo durante el embarazo o simplemente tener más higiene y precaución.
- Si se tienen dudas, al gato se le pueden hacer análisis para saber si pasó la infección o no. Una vez que la ha pasado, al igual que las personas, queda inmunizado de por vida y ya no puede contagiarla.
- Procura limpiar el arenero con guantes y lavarte bien las manos después. Es aconsejable limpiarlo diariamente y desinfectarlo periódicamente, puede hacerlo otra persona por ti también.
- Si aún así no te fías, pide a alguien que lo limpie por ti. ¡Recuerda que sólo te puedes contagiar si tocas con las manos heces contaminadas y te llevas la mano a la boca!
No abandones a tu gato por algo que, si se toman las precauciones indicadas, no va a ocurrir. ¡¡Infórmate bien!!
Los gatos durante tu embarazo
Si tu gato antes de nacer tu bebé o antes de quedarte embarazada ya tiene algún síntoma de estrés, no esperes y ponte con ello antes de que nazca tu bebé. La llegada del bebé siempre es una época de estrés para toda la familia, así que si ya te por sí hay problemas como conductas agresivas, gatos muy miedosos, o problemas de eliminación fuera del arenero, es muy importante trabajarlo cuanto antes, no lo dejes para el último momento, contacta con el equipo de Terapia Felina.
Cuando las familias nos contactan con este tipo de problemas a las pocas semanas de dar a luz, siempre damos prioridad al momento de la llegada del bebé, damos pautas y acompañamos el proceso, y trabajamos después todo lo demás, aunque lo mejor es trabajarlo antes. Esto es porque cuando tu bebé llega, no vais a poder estar por el gato y todo el trabajo se para hasta que encontréis un poco de calma y una nueva rutina con el bebé. Por eso, si se trabaja antes, cuando llega este momento, estáis mucho más preparad@s para afrontarlo y para continuar el trabajo tras al llegada del bebé.
Los gatos son muy sensibles y protectores del hogar y de nuestra energía. Tu gato sabe cuándo estás embarazada, te ayuda a equilibrar tu energía y la de tu bebé. A los gatos les suele gustar dormirse sobre tu barriga cuando estás embarazada, mullirla y ronronear. Esto tanto para ti como para tu bebé es muy beneficioso, además es una experiencia única y preciosa. Ya siente conexión con tu bebé antes de nacer, siente su latido y su movimiento y le encanta, ¡siempre estará cerca de ti!
Yo supe que estaba embarazada por mis gatos y perras, aunque los tests inicialmente me daban negativo, tenía a todos mis animales pegados a mi, incluso los que no se toleraban dormían pegados uno con otro con tal de estar cerca de mi, algo inaudito. Poco después lo confirmé con un test más preciso, ¡ellos lo sabían!
Las cosas del bebé
Durante el embarazo, comenzamos a hacer cambios en casa, preparamos una habitación, traemos muebles nuevos, la cuna, la sillita, el carrito, y tantas cosas que son nuevas para tu gato. A veces pintamos una habitación, o sacamos todos los muebles, incluso a veces es la habitación que el gato usaba mucho para descansar. Cualquiera de estos cambios se puede hacer sin problemas, sólo intenta hacerlo de manera gradual y permite que tu gato esté en esos cambios. Si se quiere subir a la cuna, déjale, también si quiere usar el carrito o la silla para dormir, si quiere entrar a la habitación, oler todo lo nuevo, asegurarse de que no hay amenazas para él, y frotarse con todo, dejando su olor (y sí, algunos pelitos también, y no pasa nada, todo se puede limpiar). Si dejas que participe y esté en todo, será mucho más receptivo a la hora de que llegue tu bebé.
Si empiezas a coartarle, ponerle normas, límites, puertas cerradas, si le regañas por entrar en la cuna, o lo bajas a la fuerza, estás comenzando a estresar a tu gato en relación a tu bebé, y es aquí cuando comienzan los problemas de estrés.
Los gatos son buenos “beta testers” de cunas y demás, comprueban su comodidad y seguridad, al menos dormirán un par de veces en estos lugares, sobre todo el primer día tienen que probarlo sí o sí, pero luego ya no insisten tanto, sobre todo si en casa tienen más lugares de descanso y donde sentirse seguros, en alto.
Cuando nazca tu bebé, seguramente haya momentos en que cierres la puerta para dormir y no entren tus gatos, sobre todo cuando es recién nacido, pero pronto verás que pueden dormir juntos sin problemas, los gatos saben dónde está la cara del bebé así como sus vías respiratorias, ¡no son asesinos de bebés como muchas personas piensan!
L@s niñ@s que se crían con animales son más sociables y más felices, saben relacionarse mejor y desarrollan la empatía mucho más.
La responsabilidad incluye tu familia animal
Ahora que vas a ser madre, ¿piensas en abandonar a tu gato? Ser madre es una de las mayores responsabilidades de nuestra vida, y vas a empezar siendo madre, ¿con una irresponsabilidad tan grave como la de abandonar a un compañero que depende de ti? Un día decidiste adoptar a tu gato para que fuera parte de tu familia, con todo lo que ello conlleva, para él eres su familia y su mundo. Los animales están contigo todos los días de tu vida, sean buenos o malos, estés llorando o riendo, están ahí. Para ser una madre y padre responsable, has de serlo también con tus compañeros animales. De lo contrario es contradictorio e incomprensible, y nuestr@s hij@s necesitan unos valores y un referente, necesitan aprender y normalizar que cuando alguien necesita ayuda estamos ahí, que no abandonamos a la familia, que tod@s importamos y que si alguien se encuentra mal, le damos asistencia, como mínimo. Este mundo necesita buenas personas, conscientes y responsables, amorosas y empáticas.
L@s niñ@s que se crían con animales son más sociables y más felices, saben relacionarse mejor y desarrollan la empatía mucho más que quien crece sin animales. Se sienten seguros alrededor de los animales, saben comunicarse con ellos y son mas conscientes del entorno y la naturaleza, de las necesidades y límites de l@s dem@s.
Por otro lado, si tu gato presenta “problemas de comportamiento”, has de saber que todos estos problemas tienen solución, ¡contacta con nuestro equipo si necesitas ayuda!
"Problemas de comportamiento" del gato cuando nace el bebé, ¿son celosos?
Generalmente estos “problemas de comportamiento” (nosotras lo llamamos síntomas de estrés, no son malos comportamientos) pueden consistir en que el gato orina o defeca fuera de su arenero (estrés), o algún tipo de conducta agresiva (estrés), o tiene mucho miedo cuando llegas a casa con tu bebé y le bufa. Este estrés que causa todo siempre, normalmente es causado las personas en cuanto a la relación con su gato y el cambio que ocurre en el hogar, algo normal. Por ejemplo, para el gato es muy importante su territorio (hogar en el que vive y donde se siente seguro) y su olor, si empezamos a cerrarle puertas y prohibirle entrar a ciertas habitaciones (la habitación del bebé llena de muebles nuevos sin feromonas de tu gato, que precisamente necesita marcar para integrarlo en su hogar), puede ocasionar que tu gato se sienta estresado al no poder marcar con sus feromonas esa zona ni explorarla, para tener su territorio perfectamente controlado, una de las necesidades principales de los gatos. Las feromonas de gato son inocuas, no huelen, no se palpan, no están llenas de microbios ni nada parecido, son únicamente para uso personal del gato. Y el gato necesita impregnar con este olor, su propio olor, todo lo que le rodea para sentirse tranquilo y seguro. De lo contrario, puede sentirse estresado y presentar alguno de los síntomas descritos.
Otro ejemplo, el cambio de hábitos por nuestra parte. De jugar mucho con el gato, tener rutinas diarias con él, a olvidarnos por completo de él. Los gatos no tienen celos, ni envidia, ni odio (todo eso es humano), pero lo que nota es que sus rutinas se han roto y es un animal muy rutinario. Cuando estés embarazada, puedes ir creándole otras rutinas a unas horas en las que creas que cuando tu bebé haya nacido, puedas dedicárselas al gato.
Otro gran fallo grave consiste en regañar al gato por cosas que jamás le habíamos regañado. Cuando se tiene un bebé tendemos a ser sobreprotectores, y ahora regañamos al gato hasta por subirse al sofá cuando siempre ha dormido ahí. Seamos coherentes por favor. Esto es lo que el gato nota y esto es lo que causa problemas de conducta, tú has cambiado, sus rutinas han cambiado, sus personas ahora están enfadadas con él, se comportan de manera agresiva con él, y esto es lo que causa todos los problemas cuando un bebé nace.
A los gatos les encantan los bebés, les encanta tumbarse cerca de ellos, su latido, su calor, tenemos que permitir que tengan acceso a nuestro bebé siempre que sea posible bajo nuestra supervisión, pero sin regañar y sin enfados.
Llegar a casa con mi bebé, ¿cómo se lo presento al gato?
Cuando el bebé haya nacido, se les pueden ir llevando al gato ropa o trapitos impregnados del olor del bebé para que lo vaya reconociendo, pero los animales ya saben que viene una nueva personita al hogar. Tener un@ hij@ es una de las experiencias más maravillosas de la vida, y ésta alegría hay que compartirla con el gato, no verlo como un enemigo o un problema. Presentar nuestr@ hij@ al gato ha de ser de lo más natural y amoroso posible, con ganas de verdad de compartirlo como un miembro más de nuestra familia.
En mi caso llegué a casa con mi bebé y seguimos tod@s haciendo vida normal desde el primer día, he dejado que se acerquen, la huelan, duerman cerca, no les he coartado nada en absoluto, siempre pendiente de la seguridad de mi bebé como cualquier madre, pero sin ningún miedo, porque confío plenamente en mis gatos y perras y en que todo está bien. Si tienes miedo reaccionas con miedo, el gato se tensa y comienza el estrés.
Es normal que un gato mantenga la distancia, incluso que se acerque al bebé bufando. Esto no significa que le vaya a agredir, es un reflejo defensivo porque tiene miedo y sólo pide que el bebé no se le acerque (cosa que obviamente no hará), pide distancia así, no está amenazando al bebé. Si tu gato bufa al bebé y le regañas, estás creando una relación negativa del gato hacia tu bebé, no hagas eso. Siempre desde el cariño, puedes llamar a tu gato desde lejos para darle algo de comer, o sentarte a su lado sin tocarle (para no estresarle más) ni hablarle, tan sólo acompañando el momento. Es importante que durante una presentación al gato de algo o alguien nuevo, sea siempre un entorno tranquilo, donde las personas estén sentadas, tranquilas, y calladas, nada de movimiento, ni de ruidos (baja el volumen también del móvil y la TV). Necesitan calma a su alrededor porque tienen toda la atención en lo nuevo y si hay estrés a su alrededor es cuando reaccionan ante ese estrés, corriendo, bufando, agrediendo, etc. Así que siempre crearemos un entorno tranquilo en silencio, sin tocar ni interferir, sin intentar manipular, tan sólo estaremos presentes compartiendo la felicidad y gratitud que sentimos en este momento tan importante de nuestra vida, con nuestro gato y nuestro bebé.
Hay que tener en cuenta algo muy importante, para el gato, un bebé humano no es igual que un humano adulto: se mueve diferente, vocaliza diferente y con ruidos muy altos y agudos, huele diferente. Es como una especie nueva, por eso quizás en alguna ocasión pueda tenerle miedo (mis gatos maullaban cuando mi bebé lloraba y se acercaban para ver qué ocurría). Pero si actuamos con naturalidad y le restamos importancia, comprobaremos que poco a poco, el gato se interesa por est@ nuev@ compañer@, si se lo mostramos con alegría, queriendo que forme parte de toda esta nueva felicidad. No le obligues a acercarse al bebé cogiéndole en brazos, deja que se acerque cuando se sienta seguro y cómodo, la distancia de seguridad es muy importante para el gato y sólo el gato debe acercarse cuando lo sienta y como lo sienta, si fuerzas, puedes conseguir una reacción defensiva por miedo y estrés.
Podemos dejar sin problema que el gato se acerque al bebé, podemos dejar que duerma incluso junto al bebé. El único riesgo que existe es que el gato se tumbe sobre el bebé cuando es demasiado pequeño, pero para eso estamos las personas adultas, siempre estaremos supervisando la situación, sin dejarlos solos y sin gritar al gato ni enfadarse. Debemos actuar siempre con naturalidad y cariño.
Fuera miedos, disfruta de tu bebé, de tu familia humana y animal, la familia sois tod@s junt@s.
Fotos: Mi hija y Moway, el día que se conocieron, y 9 años después, 9 años maravillosos de amistad y de compartir. Moway es muy insegura y no confía apenas en nadie, pero con mi hija tiene una relación preciosa desde siempre, confía en ella incluso cuando era un pequeño terremoto. Fotos de abajo, mi hija con Moway y Piccola, y con Piccola 9 años después. Piccola es todavía mucho más insegura que Moway y le costó tiempo estar cerca de mi hija cuando era bebé. Mi hija ha crecido con perros y gatos desde que nació, el amor que siente por los animales es indescriptible, su empatía, delicadeza, respeto, su consciencia hacia la naturaleza, cómo trata a las demás personas, todo, gracias a crecer con ellos, no lo subestimes, y permite que tus hij@s crezcan con el amor de los animales, ¡y por supuesto edúcales en la responsabilidad y respeto a la vida, siempre desde la gratitud y el amor!
Cuando el bebé crece, hay más etapas
Así es, muchas veces no pensamos más allá del miedo a las presentaciones gato y bebé cuando en realidad, hay mucho más allá. Nuestr@ bebé va a crecer, comenzará a gritar, a usar sus manitas, a gatear, perseguir gatos, correr, y así muchas etapas en las que tendremos que estar presentes para ayudar a nuestr@ hij@ a ser respetuoso y no molestar a los gatos. Incluso pasa que l@s niñ@s “utilizan” en cierto momento a los gatos para llamar nuestra atención, porque en cuanto los tocan o hacen daño y el gato maúlla, aparecemos. En cuanto ignoras esto un par de veces, tu hij@ deja de hacerlo (¡pero es duro!).
Hay algo muy importante también que siempre sigo a madres y padres: no sobreactúes y reacciones de manera exagerada cada vez que aparece tu gato delante de tu bebé o tu hij@. No le enseñes que debe excitarse y ponerse nervios@ cada vez que hay un animal cerca, sino todo lo contrario. Cuando tu gato o cualquier animal esté cerca, pase por delante, por encima, no hagas ni digas nada, actúa con total naturalidad, para normalizar esto, y que tu hij@ no lo relacione con nada más que normalidad, no debe hacer nada. ¡Vas a ver cómo así le molesta menos!
Enséñale que si quiere jugar con el gato o relacionarse con él, le de comida, premios, o juegue con juguetes como las cañas para gatos, así el gato no atrapará sus manos. Enséñale que si el gato duerme, no hay que molestarle, nos tumbamos cerca y nos relajamos también. Enséñale los ritmos, los momentos, cómo relacionarse. Si el gato le araña no te enfades, pregúntale cómo fue (seguramente le molesto y el gato reaccionó), hasta que aprenda la acción-reacción sin sentirse culpable y sin enfados.
Inclúyele en los cuidados cotidianos de tu gato, deja que te acompañe al veterinari@, explícale cómo se siente el gato, qué le pasa si está enfermo, qué medicación tiene que tomar, por qué hay que limpiar su arenero, y permite que ayude en la medida de lo posible, que se sienta parte de ello.
Habrá momentos de estrés y complicados, que tocará gestionar con la mayor calma posible, pero verás cómo todo va bien y es una experiencia maravillosa.
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Resumen
de lo más importante
En resumen, no tengas miedo, infórmate bien y disfruta de esta etapa de tu vida junto a tu familia animal:
- Si tu gato ya tiene problemas, vamos a trabajarlo cuanto antes, ¡no esperes a que llegue el bebé!
- Infórmate bien sobre la Toxoplasmosis, y cuida lo que comes.
- Actúa siempre con naturalidad y alegría, con cariño, sin enfados, haz los cambios progresivos si puedes y comparte con tu gato desde la gratitud y amor por esta etapa.
- Si necesitas ayuda, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos.
- Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!