04 Ene ¿Estás alimentando saludablemente a tu gato?
¿Estás alimentando saludablemente a tu gato?
nutrición felina natural
La alimentación con piensos fue un invento humano, barato y comercial, pero no es sano y está generando muchos problemas de salud a nuestros compañeros animales
Esto es debido a que, en 1850, James Spratt, un electricista que viajaba en barco desde USA a Inglaterra, buscaba una idea para hacerse rico, y vio que cuando llegaron a puerto, después de 3 meses en barco, los marineros tiraban unas galletas, las cuales habían formado parte de su dieta durante el viaje, y los perros callejeros venían a comérselas.
Así que pensó: La alimentación humana deja muchos desperdicios cuando se preparan harinas y otros productos; los puedo comprar a precio muy bajo, y mezclarlos con los desperdicios de los mataderos, que también me saldrán muy baratos. Así haré unas galletas que van a durar mucho tiempo, que les gustarán a los perros. Materia prima barata igual a grandes ganancias económicas.
En aquella época comenzaba a crecer el número de perros guardianes en las casas, así que vendería mucho y rápido. Este solo fue el comienzo, y al menos aquí los gatos aún se salvaban, porque se dedicaban a comerse los ratones de los graneros y los humanos no les alimentábamos.
En la Segunda Guerra Mundial, como no había dinero para alimentar a los animales, se fue extendiendo el uso de los piensos con los desperdicios de la industria alimentaria humana. En 1950 se inventa el proceso de extrusión (como se hacen las bolitas de pienso que hoy todos conocemos), y la industria del pienso, viendo el gran potencial que tenía este negocio, comenzó a gastar cantidades ingentes de dinero en marketing.
Se metieron en las universidades del mundo, y directamente con el consumidor final haciéndonos creer, que lo mejor para nuestros animales son sus bolitas secas, y cualquier otra cosa que le des a tu animal que no sea esto, será perjudicial para su salud.
Como ves, un negocio redondo, desperdicios de los mataderos, que incluyen heces, plumas, sangre, huevos podridos, cabezas, patas, huesos, tumores y vísceras; animales muertos en accidentes de tráfico, clínicas veterinarias y refugios, incluyendo perros y gatos; animales sacrificados de zoológicos, animales enfermos, incluso con la enfermedad de las vacas locas; collares antipulgas, restos de animales que contienen drogas o pesticidas, envoltorios de carne, los aretes del ganado, aceites vegetales reusados de restaurantes, recortes de carnicería, harinas de pescado que contienen BHT y etoxiquina, cancerígenos y prohibidos en la alimentación humana.
Si, Todo esto está permitido en un pienso, que no quiere decir que lo lleven todos, pero cuando no se especifica el origen del producto, piensa mal. No están obligados por ley a mencionar que es exactamente lo que incluye el pienso.
Y cuando dicen que el pienso incluye carne de tal o cual animal, esta carne al deshidratarse y exponerla a altas temperaturas pierde todos o casi todos sus nutrientes.
Además de todo esto, les añaden trigo, soja, guisantes, maíz, arroz, patata, lentejas. Lo cual es una aberración, porque nuestros gatos son “CARNIVOROS ESTRICTOS”, y su fuente de energía son las proteínas y grasas animales, y cualquier otra cosa que no sea esto producirá un daño en tu animal en el medio o largo plazo. Los gatos no tienen amilasa en la saliva para metabolizar los carbohidratos, forzamos su páncreas para que produzca más insulina, y les estamos obligando a hacer unas digestiones pesadísimas con alimentos no apropiados para su especie. Por esto hay tanto gatos obesos, diabéticos, con alergias, intolerancias, etc.
Ningún pienso extrusionado, por muy sin cereales que te digan que es, baja del 30% en carbohidratos, ya que necesita del carbohidrato para que la croqueta quede compacta. Y esto es una barbaridad para un carnívoro. ¿le darías a un león un plato de maíz? ¿y por qué se lo damos a nuestro gato?
Otra bondad del pienso es que, para conseguir fabricar las bolitas, tienen que pasar por un proceso de altas temperaturas, lo que consigue desnaturalizar el “alimento”, haciéndole perder casi todos sus nutrientes, por lo que se ven obligados a suplementar con vitaminas y minerales para que tu gato sobreviva comiéndolo. Y estas vitaminas y minerales al ser artificiales no son absorbidas de la misma forma saludable que las que incluye un alimento de forma natural.
Por otro lado, el pienso es un alimento seco, no llega al 10% de humedad, y un gato, animal del desierto, que de por si no es muy bebedor, por mucha agua que beba tras su ración de pienso, nunca llegará a la cantidad mínima necesaria de consumo de agua para cubrir sus necesidades hídricas. Por tanto, mantenemos a nuestros gatos en una deshidratación crónica. Y como resultado hay tantos gatos con problemas renales en estos días.
Algunos diréis, pues mi gato Felix vivió 20 años y solo comió pienso. Y yo te diré, y mi abuelo fumó toda la vida, vivió muchos, y eso no hace bueno al tabaco. Nunca has conocido a tu gato como sería si hubiera comido una dieta saludable.
Pero, ¿y entonces qué le doy a mi gato para comer?
Ya hemos visto lo nocivo que es el pienso. Y te estarás preguntado ¿qué puedo hacer para mejorar la dieta de mi gato? Tranquil@, que no tendrás que salir a cazar ratones y pajaritos.
El veterinario australiano Ian Billinghurst, que siempre había tenido perros, a los cuales alimentaba con huesos carnosos y las sobras; ya en la facultad le convencieron, como a todos, de que dar pienso era lo mejor y más sano para nuestros animales. Pero comenzó a notar en un tiempo relativamente corto que sus perros empeoraban en salud, e incluso sus pelajes se habían deteriorado y perdido brillo. Así que, ya en su propia clínica comienza a dar huesos carnosos primero a pacientes sanos, y al ver los buenos resultados, siguió con sus pacientes enfermos. Comienza así lo que el mismo denominó dieta B.A.R.F. (Biologically Appropriate Raw Food), es decir, Dieta basada en Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados para la especie, que consiste en: CARNE, HUESOS Y VISCERAS, en las proporciones correspondientes a como estarían en una posible presa salvaje. Es decir, lo que han comido durante miles de años nuestros gatos, y con la dieta que han evolucionado.
Nuestros gatos sólo llevan comiendo pienso unos 70 años, es imposible que en tan poco tiempo hayan podido evolucionar y tolerar comer cereales, legumbres y otros. Ninguna especie del planeta evoluciona tan rápido. Deberían pasar miles de años para conseguir algún cambio en el metabolismo de cualquier especie para notar algún cambio. Así que, no te creas lo que te dice la industria del pienso y desconfía. Ellos sólo quieren aumentar su margen de beneficios y les da exactamente igual tu gato.
¿Y qué beneficios tiene la dieta BARF?
Mi gato es muy "tiquismiquis" y no le va a gustar una dieta natural
Es cierto, los gatos son neofóbicos a partir de los 4 o 5 meses de vida, y todo lo que no hayan probado antes de esa edad para ellos no será comida. Por lo que tendremos que recurrir a “engañarles” y cambiarle a esta nueva dieta de forma muy gradual.
Este es un gran paso para nuestro gato y tenemos que armarnos de paciencia y perseverancia. Pero será por su mayor bien, ya que le mantendrá lejos del veterinario por la gran mayoría de las enfermedades degenerativas.
Los gatitos bebés no necesitan transición a esta dieta, pueden pasar del pezón de su madre a comer dieta cruda, y aún mejor, se acostumbrarán fenomenal a comer la dieta cruda sin triturar, con sus huesos, vísceras y carnes enteros.
Si nuestro gato sólo come pienso, seguramente sea adicto a este por todos los saborizantes que le echan, teniéndolo además a disposición todo el día, comenzaremos a racionarle las tomas a 3 o 4 veces al día.
Una vez nuestro gato esté acostumbrado a los horarios, una semana aproximadamente, podremos poner al lado de su pienso, en el mismo plato un poco de latita, si puede ser una lata de carne sin cereales y de buena calidad, pero si después de haber probado varias marcas y carnes nuestro gato no lo prueba, podemos comprar los típicos sobres de comida húmeda que todos conocemos que venden en los supermercados, son su comida basura, con mucho saborizante y pocos gatos se resisten a ellos (ojo, estos sobres son sólo para la transición) para que comience a comer húmedo. Iremos aumentando la cantidad de comida húmeda en decremento de la cantidad de pienso.
Por favor, no mojes el pienso con agua o líquido del atún al natural, porque proliferan las bacterias rápidamente y nuestros gatos pueden contraer enfermedades. Tampoco mezcles nunca pienso con dieta cruda ya que tienen digestiones muy diferentes, y la carne cruda podría fermentar en su estómago a espera que el pienso sea digerido.
No uses pescado para la transición, la base de la alimentación de los gatos no puede ser el pescado, y con el olor tan fuerte que este tiene corremos el riesgo de que se haga adicto a él y ya no quiera otra cosa. El pescado sólo está recomendado una vez a la semana, un exceso de este puede provocar daños renales debido a su alto contenido de fósforo. Comer mucho pescado también supone un exceso de ácidos grasos insaturados, que consumen en exceso la vitamina E (antioxidante natural), y pueden conducir a su déficit.
Una vez nuestro gato ya come sus 3 o 4 tomas al día solo de comida húmeda, podremos comenzar a introducirle la dieta BARF de forma muy gradual, añadiendo por ejemplo media cucharadita de BARF triturado, o algún pedacito de carne cruda bien mezclado y cubierto con su latita, para que sin darse cuenta lo haya introducido en su boca y note lo rico que está.
Cada día añadiremos un poquito más de BARF, e iremos retirando la cantidad correspondiente de latita, así hasta que hayamos conseguido el 100% de BARF. Introdúcele varios tipos de carnes, ellos son como nosotros, deben tener una dieta variada, y cada una de las carnes le aporta un beneficio diferente.
Este proceso puede durar desde 1 semana hasta meses, cada gato es un mundo y tendrás que ir al paso de tu gato. Lo importante es lo que comenté anteriormente “paciencia” y “perseverancia”, a veces tendremos que retroceder un poco, para poder continuar.
Ojo, si tu gato ya comía latas de buena calidad, hay algunos gatos que les ofreces dieta cruda y la comen de una vez sin transición ni nada. Si este es tu caso, ¡enhorabuena! Ya lo tienes hecho.
El problema de la comida cruda es que no tiene saborizantes y nuestros gatos son adictos a los mismos, tenemos que reeducar su paladar y por eso lo hacemos de forma gradual. Es como si a un niño acostumbrado a comer hamburguesas le plantas un plato de verduras al vapor ¿Qué crees que va a preferir? Pero, ¿qué es más sano para él?
Hay truquitos para que les guste el nuevo olor de su dieta cruda como poner un poco del líquido de las latas de atún al natural, o espolvorear un poco de levadura de cerveza, espolvorear queso… Aquí tendrás que echar imaginación y pensar qué le puede gustar a tu gato, siempre algo que él pueda comer, ¡claro!
Todo esto que he comentado es para gatos sanos, y sin patologías. Si tu gato está enfermo consulta con un/a nutricionista natural.
Cuidado sobre todo con los gatos obesos, ya que a veces los gatos, durante la transición, se niegan a comer, porque no les gusta su nueva comida. Y un gato obeso no puede hacer ayunos de más de un día, ya que podría desarrollar lipidosis hepática. Un gato sano nunca debería estar en ayuno por más de 36 horas por este mismo motivo.
Un gato adulto promedio de entre 4 y 5 kg suele comer entre 150 y 200 gramos de dieta cruda al día. Es decir, entre un 3 y 6% de su peso, dependerá del nivel de actividad de tu gato. Pero un gato que vive en una casa sin posibilidad de salir a la calle estaría por el 3% de su peso. Los bebés comen más, desde un 6 y hasta un 10% de su peso, dependiendo de los meses que tenga y hasta alcanzar los 7 meses de edad.
Utilizar el sentido común y si tu gato está engordando rebaja la cantidad y viceversa. Es recomendable pesar a tu gato semanalmente durante los primeros meses hasta que hayas podido ajustar la cantidad de comida que le va bien y no le hace ni engordar ni adelgazar. Una forma de pesarlo es cargándolo en tus brazos (si se deja) y pensándote tú con él en una báscula de humanos, después pésate tú y la diferencia será el peso de este.
Pasar a tu gato a dieta BARF es un proceso que requiere paciencia y perseverancia, siempre sin forzar y acompañando a tu gato en positivo para que esté feliz y saludable
Pero, ¿y cómo preparo la dieta cruda?
Tienes dos opciones, o bien lo haces tú mism@, o bien la compras ya hecha, y sólo tendrás que sacarla del congelador y ponerla a descongelar en el frigorífico la noche anterior.
No descongeles nunca su menú directamente fuera del frigorífico, romperías la cadena de frío y pueden proliferar las bacterias.
Hoy en día hay algunas empresas que se dedican a hacer los menús ya preparados, busca por internet y las primeras que salen en los buscadores son las conocidas y, por ahora, son de calidad y fiables.
La otra opción es ir tu mism@ a la carnicería y comprar los huesos, la carne y las vísceras y mezclarlas con el siguiente porcentaje:
Carne -> entre el 30 – 60% del menú.
Huesos carnosos -> entre el 20-40% del menú.
Vísceras -> entre el 10 – 20% del menú.
Verduras -> entre 0 y el 5%, no son necesarias, pero se pueden añadir a modo de fibra.
El corazón se considera carne y no víscera, pero no pongas más del 20% de este en el menú.
De la cantidad de vísceras, al menos la mitad del porcentaje que sea de hígado, y el resto puedes poner otras vísceras (pulmón, bazo, riñones, sesos, páncreas…).
Aceite de pescado
Algas marinas Kelp (Ascophyllum Nodosum)
Taurina
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Nuestro trabajo se basa en la admiración, pasión, amor,
y sobre todo, el respeto por los gatos.
Te acompañaré, te protegeré y enseñaré a lo largo de todo tu camino. Te amaré hagas lo que hagas, porque veo a través de tus ojos al Ser. El Ser que habita tu cuerpo, es Amor. Te cuidaré y guiaré, como amigo, compañero y Maestro de Almas.
