06 Abr Las colonias felinas y el método CER
Las colonias felinas y el método CER
los gatos ferales
Autora: Laura Trillo Carmona.
Llamamos colonia felina a un conjunto de gatos ferales (no domésticos) que vive en libertad, bien sea en entorno urbano o rural. Estos gatos son ferales o semi-ferales, normalmente no se acercan a las personas y además no pueden vivir encerrados, necesitan hacer su vida en total libertad. Los gatos ferales en un entorno rural pueden vivir perfectamente solos, son capaces de cazar y sobrevivir sin problemas, y su instinto de supervivencia le hace huir del humano.
Los gatos llevan miles de años viviendo cerca de los poblados humanos, teniendo una relación de mutuo beneficio, ellos cazan las presas que “molestan” a los humanos, y donde hay humanos, hay muchas presas. Pero todo esto ha cambiado recientemente a raíz de que el humano ha edificado de forma masiva, ha asfaltado lo que antes eran caminos y creado grandes ciudades y pueblos, las ciudades se han comido la naturaleza. El terreno ha cambiado y ha pasado de ser rural a urbano, pero los gatos han seguido allí, las presas casi han desaparecido y su territorio se ha reducido mucho, pasando a ser alimentados por personas en el mejor de los casos o a tener que buscarse la vida buscando alimento en cubos de basura, restos de restaurantes, etc. Por eso ahora existen tantas colonias urbanas, tantos gatos en la calle que no son domésticos pero que necesitan ser alimentados y también que corren muchos riesgos.
La rápida expansión de las zonas urbanas se ha "comido" el terreno natural de las colonias felinas de gatos ferales
Los gatos ferales viven donde comen, es decir, se agrupan donde hay alimento, si hablamos de un entorno urbano, bien sean presas, cubos de basura, restos de un restaurante, puntos de alimentación creados por personas, etc. Preferirían vivir solos a vivir en grupos pero cuando en una zona extensa sólo hay alimento en un sitio, tienen que agruparse allí para comer y tienen que aprender a tolerarse (incluso hacen turnos a veces), esto determina su estructura social.
Si ves gatos ferales en la calle y los alimentas, vas a crear un foco, van a reproducirse descontroladamente y va a haber un gran desequilibrio en esa colonia. El cuidado y mantenimiento de una colonia felina no es sólo alimentarla, sino asistirles en todo, controlar la natalidad para evitar la superpoblación, alimentarlos bien y evitar la súperpoblación para evitar así estrés, peleas, y contagio de enfermedades, además de darle asistencia veterinaria si lo necesitan. Por eso, antes de alimentar una colonia sin control, haz un plan y busca recursos, prioriza la asistencia a los gatos que necesitan ayuda veterinaria y ve estudiando el entorno y los gatos que allí viven. También seguramente haya más personas alimentando a esos gatos, y lo mejor es encontrarlas y formar así un grupo que trabaje en equipo.
A día de hoy existen miles de colonias felinas, que se agrupan en torno a una zona de alimento o caza, y si es en una zona urbana donde hay poco alimento, se suele producir una superpoblación.
Estructura de una colonia
Las colonias felinas en libertad y sin esterilizar suelen estar formadas por hembras de la misma familia, machos jóvenes y un macho adulto alrededor del territorio. Los machos adultos establecen su territorio y lo marcan diariamente para que otros machos no entren a reproducirse con “sus” hembras, y si entran es cuando se producen las peleas y el macho tiene que echar al otro macho. Esto otorga una estabilidad social a un grupo de gatos vinculados genéticamente.
La hembra vive en la zona de distribución, mucho menor que la del macho, que defiende una superficie mucho mayor, así cuando se aparee con estas hembras, el lugar será más seguro para el cuidado de las camadas.
Cuando la zona de alimento es única, la zona de distribución se solapa. Si la zona de alimento es muy dispersa, los gatos serán más solitarios.
Los gatos de una misma colonia se frotan entre ellos, se lavan, e incluso pueden criar a las camadas entre varias hembras, y es muy difícil que acepten la llegada de un nuevo adulto, pero si el alimento escasea, no tendrán más remedio.
En las zonas urbanas, nuestras calles, podemos ver colonias de gatos ferales muy desequilibradas porque no hay alimento suficiente, al estar sin esterilizar, se reproducen muy rápido y desgraciadamente muchos de ellos mueren enfermos o por falta de alimento. Se suelen producir también con más frecuencia peleas entre machos ya que sólo hay una zona de alimento donde se agrupan las hembras, por eso hablamos de desequilibrio. Si estos gatos, a los que se les suele llamar erróneamente “gatos callejeros”, no son alimentados ni controlados, pueden causar rechazo en las personas que viven alrededor y verse en peligro.
Superpoblación
Factores determinantes para la superpoblación felina en España:
- La alta capacidad reproductora de los gatos. En un año una hembra puede llegar a tener hasta 40 gatitos.
- La escasez de alimento, las zonas urbanas han crecido mucho, la concentración de presas ha disminuido y el gato se ha visto obligado a vivir en la zona urbana, alimentándose de la basura principalmente. Esto obliga al gato a congregarse más.
- Las personas que alimentan una colonia de gatos contribuyen a su crecimiento si no toman medidas.
- La eliminación de los gatos como si fueran plagas no resuelve el problema porque vendrán más gatos.
Es por esto que el gato se ha visto obligado a vivir en nuestras calles, en búsqueda de alimento, y ha proliferado de tal manera que muchas personas los consideran una plaga. Pero no ven lo beneficioso que resulta tener una colonia de gatos controlada.
Desventajas de una colonia de gatos sin control:
- Gritos y peleas nocturnas.
- Marcaje con orina y heces alrededor de la zona.
- Reproducción incontrolada.
- Proliferación de enfermedades felinas.
- Miedo al contagio de alguna infección al ser humano, lo que genera rechazo y provoca violencia contra los gatos.
- Suciedad del área urbana, comida podrida, restos de envoltorios, bolsas de plástico por el suelo, bolsas de basura rotas, gatos en cubos de basura, lo que también provoca rechazo de las personas y violencia contra los gatos y su entorno.
Ventajas de una colonia de gatos controlada:
- Disminución considerable de “plagas” en las zonas urbanas.
- Reducción drástica de las peleas entre gatos.
- Reducción del marcaje con orina y heces.
- No se reproducen y la colonia se mantiene equilibrada.
- Gatos sanos y cuidados.
- Zonas de alimentación del gato ocultas, limpias, sin molestar a las personas.
El control de colonias urbanas de manera consciente y respetuosa asegura calidad de vida a los gatos ferales
Mantener una colonia de gatos ferales controlada:
Si tenemos cerca de casa una colonia de gatos ferales, y queremos ayudar a que su calidad de vida sea mejor, podemos seguir los siguientes pasos:
1. Estudiaremos cómo viven estos gatos: cuántos son aproximadamente, dónde y qué comen, si presentan algún signo de enfermedad, y si hay alguien poniéndole alimento.
2. Si ya hay alguna persona alimentando esta colonia, lo ideal sería ponernos en contacto con ella porque seguramente conozca a todos los gatos y gracias a ello podremos tener más información y repartir el trabajo.
3. Si hubiera algún gato doméstico y sociable con las personas en esta colonia, deberíamos ayudarle encontrándole un hogar. Muchas personas abandonan a a sus gatos en las colonias felinas, también muchos gatos perdidos encuentran refugio y alimento en las colonias.
4. Preguntaremos en diversas Protectoras de Animales y Clínicas veterinarias para ver si podemos conseguir que nos hagan precio especial en la esterilización de estos gatos ferales o que nos ayuden a esterilizarlos sin coste, siempre y cuando nosotr@s nos hagamos cargo de recoger, trasladar y responsabilizarnos de estos gatos.
5. Les pondríamos el alimento en lugares donde no molesten a nadie ni sean molestados, y les daremos siempre comida de calidad, dejando siempre limpio el entorno para evitar que los vecinos pueden rechazar estos gatos. Colocar comederos de metal, fácilmente lavables, o tolvas llenas en zonas ocultas, preferiblemente zonas verdes, arbustos, etc. lejos de los cubos de basura.
6. Si el lugar donde viven los gatos no es seguro para ellos, porque hay mucho tránsito de coches o personas que no los quieren allí, podríamos buscarles un sitio mejor, como una casa rural, granjas, o zona rural donde haya personas que puedan ocuparse de ellos. Estos gatos que están acostumbrados a ser alimentados, no suelen sobrevivir sin ayuda. Aunque sean ferales y no se dejen tocar por el humano, necesitan ser alimentados por personas en la mayoría de los casos. Reubicar una colonia debe ser una opción de emergencia, porque para los gatos es muy duro cambiar de territorio y adaptarse, la mayoría se suelen desperdigar. Sólo es una opción en el peor de los casos.
7. A la hora de capturar estos gatos para llevarlos al veterinario a esterilizar, las Protectoras de Animales pueden asesorarnos sobre métodos de captura que no estresen demasiado a los gatos. Recuerda que los gatos ferales no se dejan tocar ni agarrar, y que se estresan mucho al estar encerrados, por ello la captura y manipulación de estos gatos ha de ser respetuosa, rápida e inofensiva. Si no tenemos experiencia, lo ideal es pedir ayuda. Es importante que una vez capturado, tapemos la jaula trampa o transportín con una toalla o manta por completo, y procurar que no haya perros cerca ni durante el transporte para no estresarlo más. También es vital que el gato esté encerrado el mínimo tiempo posible, debemos ser rápid@s y tener todo preparado.
8. Las Protectoras de animales siguen un protocolo que consiste en cortar la punta de la oreja derecha a los gatos que ya están esterilizados. Si vemos un gato con un corte limpio en la oreja, probablemente ese gato ya esté esterilizado y no deberíamos molestarle.
9. Daremos prioridad siempre a los gatos que veamos con alguna herida o síntoma de enfermedad.
10. Una vez esterilizados, los gatos deben volver al mismo sitio donde vivían.
Una vez tengamos a todos los gatos esterilizados, nuestra función consiste en alimentarlos y vigilar que estén sanos. Probablemente de vez en cuando aparezca un gato nuevo y seguiremos el mismo método CER (Coger, Esterilizar, Soltar-Retornar).
Hay ciudades en las que los Ayuntamientos colaboran en la esterilización de estas colonias. Podemos presentar un proyecto de control de colonias a nuestro Ayuntamiento o comunidad de vecinos y quizás consigamos ayuda.
Gracias a todo este trabajo, conseguiremos tener una colonia de gatos ferales sana y feliz.
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Resumen
de lo más importante
En resumen, las colonias felinas se han visto muy afectadas desde la urbanización de ciudades y pueblos, perdiendo los gatos su territorio natural y viéndose obligados a sobrevivir en el peligroso y escaso territorio urbano:
- Para evitar una superpoblación en zonas urbanas, aplicamos el método CER como control preventivo de las colonias felinas.
- Los gatos que viven en las colonias felinas son ferales, no domésticos, por lo que no debemos obligarlos a vivir encerrados ni a tener relación con las personas, sino respetarlos y asistir sus necesidades para que tengan una buena calidad de vida.
- Gestionar una colonia felina significa proveer a los gatos de asistencia veterinaria, cuidados, alimento y protección, respetando su libertad y necesidades.
- Debemos hacer un estudio previo y pedir ayuda antes de gestionar una colonia felina, pues necesita de trabajo y recursos.
- Las colonias rurales generalmente se mantienen solas y no requieren de intervención humana salvo casos puntuales, pero las urbanas sí.
- Si necesitas ayuda, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos.
- Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!