Autora: Laura Trillo Carmona.

Los gatos de interior o indoor pueden ser muy felices, pero necesitan algo más que un comida, agua, un rascador y un lugar de descanso. Eso es lo mínimo, luego tienes que conocer a ese individuo en concreto, cómo es, qué necesita para sentirse realizado y tener una vida feliz, según su carácter.

Hay gatos activos, gatos tranquilos, gatos muy cazadores, gatos tímidos, otros muy cariñosos, no todos necesitan lo mismo, cada uno debe ser comprendido y respetado tal como es, para así poder proporcionarles lo que cada uno necesita, bien sea espacios en alto para tener más seguridad, o más juegos y estimulación, otros necesitan más espacio para estar solos porque no les gusta mucho estar con las personas o el contacto físico, otros necesitan socializar mucho con otros gatos o con personas. ¿Cómo es tu gato? ¿Cómo sería más feliz?

Sin caer en la sobreprotección y el sentido de culpabilidad que tienen muchas personas con gatos indoor, conoce bien a tu gato y observa si puedes mejorar o cambiar algo en su favor.

Por otro lado, lo que más vemos en nuestro trabajo diario en nuestras consultas, es que la relación que tienen las personas con sus gatos determina el bienestar del gato o todo lo contrario, vivir bajo un estrés constante.

Por tanto, no sirve de nada que tengas una casa totalmente gatificada, le des la mejor comida, si tu relación con tu gato no es buena, si le regañas, le castigas, o gritas, si en casa hay conflictos o un ambiente muy denso, cosas que perjudican a todos los seres vivos que allí habitan. Las relaciones son lo más importante y la energía y ambiente que creamos también. Es una parte aparentemente invisible pero que lleva a muchísimos gatos a padecer estrés y a somatizarlo de diferentes maneras (orinando o defecando fuera del arenero, con problemas de agresividad, viviendo muy asustados, problemas de acoso entre los gatos, etc).

Si quieres un gato feliz, ¡mira el siguiente vídeo!