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Regañar a los gatos

Regañar a los gatos, relaciones basadas en el castigo y la autoridad

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Regañar a los gatos, relaciones basadas en el castigo y la autoridad

relaciones tóxicas

Autora: Laura Trillo Carmona.

El gato vive junto a las personas desde hace más de 10.000 años. Nuestra relación con ellos ha ido variando mucho, pasando de la más bella adoración, hasta el más horrible de los miedos y supersticiones de todo tipo. Ahora estamos viviendo un nuevo cambio, volviendo a tener un vínculo profundo con ellos, un vínculo familiar, y a sentir amor incondicional por ellos, compartiendo nuestra vida entera. Pero todavía hay algo que falla, una falta de entendimiento y una frustración a la hora de entender su lenguaje y de comunicarnos con ellos. Hay muchos comportamientos que no entendemos, y sobre todo cuando se trata de problemas, solemos reaccionar de la forma contraria a la que el gato y el problema en sí necesitan, los intentamos racionalizar desde la comprensión del comportamiento humano y nos equivocamos constantemente. Cuando no entiendes a alguien y hay falta de comunicación, simplemente asumes lo que el otro pueda estar pensando o por qué hace lo que hace, desde tu percepción y tu forma de pensar, tus juicios, anulando y distorsionando totalmente la realidad del otro.

Los gatos no son como nosotr@s, ni como los perros ni  ninguna otra especie, es obvio pero no los tratamos como tal. Es un felino, que se comporta fiel a su especie, además nunca miente, se muestra tal como se siente, en presente. ¿Por qué no intentamos entenderles así y respetar como son? Y no sólo eso, ayudarles a ser gato, y no intentar humanizarlo, poniendo normas y coartando su esencia y personalidad propias. Somos nosotr@s quienes les quitamos su libertad, les hemos traído a este tipo de vida, les sobreprotegemos, les subestimamos, y depende de nosotr@s por completo su calidad de vida. Viven en el  entorno que creamos, nuestra relación con ellos depende de nosotr@s. Ellos no pueden hacer nada más que ser ellos mismos y adaptarse a lo que hay y es.

Regañar a los gatos
Tenemos que intentar entender que lo que hasta ahora se llamaban problemas de comportamiento, deberían llamarse síntomas de estrés

Y lo que nosotr@s estamos haciendo es, además de todo esto, castigarles por cómo son, y castigarles cuando tienen problemas, incluso anularles con ansiolíticos cuando nos molestan en vez de entender lo que les ocurre, que seguro está en nuestra mano el resolverlo. Intentamos además que vivan bajo nuestros límites e imposiciones. Tenemos una relación tóxica con nuestros gatos si es así. Y de lo que hablan nuestras relaciones, es precisamente de nosotr@s. Esto es algo que trabajamos en profundidad en nuestro curso de Comunicación Felina.

En Terapia Felina tenemos un lema: LOS GATOS SIEMPRE TIENEN RAZÓN.

A las personas les suena mal y cada vez les cuesta más seguir ciertos consejos que otr@s dan, cuyos resultados son que nuestra relación con los gatos empeora y los problemas no se solucionan.

Ningún ser vivo es merecedor de castigo ni imposición, la libertad y la belleza de cada ser está en disfrutar de cada uno tal como es, comprendiendo su naturaleza, su origen y necesidades, respetando tal como es, y amándole así. Cuando hay un conflicto en la relación entre un humano y un gato, suele ser por un problema de comprensión del humano al gato. No entendemos algunos comportamientos y nuestra reacción suele ser enfado, frustración y castigo al animal, porque nos saca de nuestra zona de comfort. En la mayoría de los casos, esto empeora el problema. El gato no entiende nada, sólo está asustado por tu actitud, lo único que consigues es asustarle y coartarle. No hay manera de enseñar nada desde el enfado, que es fruto de la frustración y la necesidad de controlar o dominar al otro. Los gatos no necesitan ser educados. En realidad, todo es más sencillo, sin llegar a caer en esta situación que puede romper una bonita relación de confianza.

Cuando algún comportamiento de nuestro gato nos desagrada (orinar fuera del arenero, morder, etc.), desde la percepción humana, muchas personas suelen decir: este gato es un cerdo, un guarro, lo hace para joderme, está castigándome, está enfadado conmigo, tiene celos de alguien, es un cabrón… No contentos con ello, también se les castiga, regaña, pega, y todo tipo de atrocidades. Todo esto es totalmente erróneo y una falta de respeto absoluta a lo que realmente el gato está sintiendo y expresando. ¿Qué deberíamos pensar? Mi gato no está bien, se encuentra mal, he cometido algún error con él que le ha llevado a esto, voy a intentar entenderle y ayudarle.

Los animales no tienen mala intención, ningún comportamiento felino existe para amargar la vida de un ser humano ni para castigarle. Los gatos se están adaptando todavía a vivir con nosotros en un entorno cerrado, donde la mayoría de las veces hay una falta de estímulos preocupante, y no se cubren todas sus necesidades. Es normal que durante la vida de un gato aparezca algún problema, al igual que le puede pasar a cualquiera. Hay fases en la vida donde pasamos estrés, o tristeza, hay cambios que nos resultan difíciles, pero el gato siempre está ahí a nuestro lado, pase lo que pase. Pero ahora nos toca a nosotr@s estar con ellos, y cuando tienen un problema, reaccionar como lo harías con cualquier amig@ que te pide ayuda: comprenderle y ayudarle. Hoy en día lo que estamos haciendo es castigando a los gatos cuando hay un “problema de comportamiento”, es decir, cuando no se encuentra bien, como por ejemplo que orinan fuera de su bandeja o agreden. Pero, ¿te has parado a pensar que quien realmente tiene un problema es el gato, no tú? ¿Sabes que puedes ayudarle con este problema, empezando por intentar comprender qué le ocurre y buscar soluciones basadas en el cariño y respeto que sientes por él? ¡No te frustres! El castigo y las técnicas aversivas no funcionan, no los necesitamos. Ante un problema, vamos a practicar la comprensión y el trabajo en positivo, por él y por nosotr@s, porque, te constamos algo importante: cuando tu gato tiene un problema de comportamiento, probablemente te esté mostrando algo que también ocurre en tí.

¿Cómo reaccionar de forma positiva y ayudar a mi gato ante un “problema de comportamiento“? ¡Aquí encontrarás las claves! Lo primero, dejaremos de llamarlo así, lo llamaremos síntomas de estrés o problemas de estrés.

 

El "NO" y el enfado

La palabra NO tiene mucha energía negativa, que en el reino animal no sirve de nada, pero proyecta esa energía negativa en la situación y en el animal. Los gatos no entienden el concepto del bien ni el mal, si algo está bien o no para ti, ni si, ni no. Para ellos, todo ES, en presente. Y como no tienen intención, ni buena ni mala, no hacen nada para fastidiarte, ni entienden lo que es “portarse mal”. Ellos entienden tu actitud, tu energía negativa, tu agresividad, y eso les asusta, no les enseña nada, al revés, deteriora tu relación con ellos, les hace sentir inseguros y coartas su libertad de expresarse.

Imagina que te encuentras muy mal, muy enferm@, tienes diarrea y vómitos, ensucias el sofá o la cama, y viene tu padre, madre o compañer@ (alguien en quien confías) a gritarte por ello, te echa de la habitación, incluso te agrede o tira agua encima, para luego quejarse de lo que le has hecho, has manchado su cama, su sofá, sus cosas, se sienten víctimas de ti. Y tú es que estás enferm@, te encuentras mal, no lo puedes controlar. ¡Pues así es con los gatos!

 

La palabra "estrés" no debe usarse como diagnóstico. Hay que entender en profundidad qué le está pasando para poder ayudarle

Hacerle ver “quién manda”

¿Cuántas veces has escuchado esta barbaridad? ¿No te rechina ya? Intentar ser un “jefe de manada”, “un macho alfa”, está obsoleto, es absurdo y dañino, el ser humano no es superior a nadie, somos una especie más de este planeta en un universo infinito, la soberbia sobra. Si convivimos con animales es porque son parte de nuestra familia y así los amamos. Los gatos no necesitan a un superior jerárquico y mucho menos un humano, en su vida social no necesitan un macho ni una hembra alfa, no mandan ni se dejan mandar, la naturaleza no funciona así. Los gatos domésticos son algo independientes pero muy sociables, con vínculos afectivos fuertes y profundos, intolerantes con otros gatos a veces y territoriales por pura supervivencia, son además muy sensibles. Nosotr@s nunca seremos gatos a sus ojos, somos humanos y ellos saben quiénes somos. Ellos ven nuestro corazón y energía, sienten nuestras emociones, nos conocen, sin máscaras, traspasando tu avatar humano, no les vamos a engañar. Nunca nos verán como un jefe ni una autoridad. Pero nos cogerán miedo y se defenderán, para enseñarnos que ese no es el camino. No existen gatos desobedientes, sino personas controladoras y frustradas. Entiende por qué actúa como actúa, haga lo que haga, sin pensar que es para fastidiarte a ti, no eres la víctima de tu gato.

Tu gato te está expresando algo que le hace sentir mal, precisamente son esas cosas las que molestan a las personas, que se orine fuera de arenero, o deje las heces en el pasillo, o ataque a las visitas, o no se deje tocar en exceso. ¿Sabes que todo tiene un motivo y tú eres, posiblemente, uno de ellos? ¡Sigue leyendo!

 

Problemas de "eliminación inadecuada"

Los gatos no necesitan que les enseñemos por ejemplo a usar la bandeja de arena. En estado natural y antes de ser domésticos ellos ya usan tierra, hemos adaptado esto a casa y no al revés, ellos prefieren usar la tierra para sus necesidades. Un gatito de pocas semanas ya sabe usar un arenero, lo busca.

Hay muchísimas causas por las cuales un gato puede dejar de usar la bandeja de arena, y el estrés es el origen de todo ello, pero no es el diagnóstico final, no podemos decir que un gato orina fuera por estrés, hay más, mucho más. Los gatos son animales extraordinariamente limpios, se lavan a sí mismos y les gusta tener la arena limpia. El no usar la bandeja de arena para realizar sus deposiciones u orinar, es una llamada de atención para nosotros, nos quieren decir que algo va mal y es una de sus formas de pedir ayuda, aunque para nosotros resulta molesto.

Los gatos esterilizados que orinan fuera de la bandeja, sobre todo en superficies horizontales como camas, sofás, ducha, ropa, suelo, etc., suelen tener un problema de estrés, y lo que es peor, si esta situación de presión y estrés permanece durante mucho tiempo en el entorno del gato, lo normal es que desarrollen alguna somatización, como una infección de orina, por tanto orina fuera de su bandeja cada vez con más frecuencia y en lugares cada vez más visibles para nosotros. Incluso llegan a orinar encima del sofá delante de nosotros, mientras nos miran. Nuestra reacción suele ser lo contrario a la comprensión: aplicamos productos aversivos (vinagre, repelentes de animales, pimienta, mal aconsejados por no expert@s y por leer en foros) en las zonas donde orina, o le damos con un spray de agua en la cara, y les castigamos con un ¡NO! si les pillamos en el acto. Incluso algunos agarran la cabeza del gato y lo resfriegan en su propia orina o heces. Terrible. ¿Cómo vamos a ayudar a un gato con estrés, que incluso puede encontrarse enfermo y con mucho dolor, lanzándole agua en la cara, humillándole, o echándole del lugar? La solución consiste en ver qué ha podido pasar, qué cambios ha habido tanto en el gato como en nosotros (si estamos estresados o pasando por un mal momento, influye en el gato también), descartar una posible infección de orina en este caso, y buscar el origen de ese estrés para ayudarle. Quizás hay demasiados animales en la casa, o vivimos en un ambiente tenso, quizás hay algún otro gato que le persigue y no le deja vivir tranquilo, a lo mejor tiene hambre y no tiene acceso a ningún alimento, quizás hay algún ruido constante que le da miedo, quizás tiene algún dolor, o se siente inseguro. Hay muchísimas causas por las cuales un gato puede sufrir estrés y somatizarlo como enfermedad con el tiempo si no se resuelve a tiempo. No le castigues si le pillas en el acto, no pienses que el gato “se ha portado mal”. Entiende el mensaje: “Algo va mal, ayúdame”, sobre todo si lo hace delante de ti o en un lugar muy visible.

Lo mismo ocurre cuando encuentras las heces fuera de la bandeja de arena. Los motivos que puede tener un gato para defecar fuera pueden ser muy variados, desde un problema digestivo, que no esté comiendo bien, estreñimiento o malestar, dolor, estar siendo acosado por otros animales y sentirse inseguro a la hora de ir a su arenero, malestar físico en general. Ninguno de estos motivos necesita castigo para solucionarse, ¿a que no?. Revisa su alimentación, si el arenero es accesible, descarta que tenga algún problema o dolor en las patas traseras, cadera y columna, comprueba si sus heces son normales, observa si está siendo acosado por otros animales, fíjate en si tiene miedo cuando va a la bandeja. Tú le conoces mejor que nadie y puedes averiguar lo que le ocurre, ¡puedes ayudarle!

Por favor lee: “Los problemas de eliminación de los gatos”.

 

Conductas agresivas

Los gatos agresivos no existen, ningún gato lo es, son conductas agresivas que responden a algo que podemos comprender perfectamente. Hay muchos tipos de agresividad que pueden presentar los gatos, ninguno de ellos consiste en celos, rencor ni rabia, siempre estaremos hablando de tensión emocional, aprendizaje o miedo, en mayor o menor grado. Cuando un gato agrede está tenso, si nuestra reacción también es agresiva, estaremos metiendo más tensión en el gato, y podemos provocar agresiones más fuertes o mucho miedo y romper para siempre nuestra relación.

Cuando estamos intentando ayudar a un gatito que está creciendo a entender que nos duelen sus mordidas, lo mejor que podemos hacer es reaccionar como lo haría otro gatito (uno de sus hermanos): gritar para indicar dolor, sin enfado ni autoridad, sólo dolor. Así el gatito entiende y aprende, cuando sabe que hace daño. Hay personas horribles que recomiendan dar un golpe en la nariz al gatito como supuestamente haría su madre, para evitar que muerda, agarrarlo de cuello o incluso inmovilizarlo boca arriba. Esto es un gravísimo error, porque en primer lugar una madre gata no hace eso, pero además, tú no eres un gato, eres un humano dando golpes en la nariz a un gato, no entiende nada, y puede incluso morder más fuerte, puede sentirse agredido por ti o cogerte miedo. La mejor forma de enseñarle es indicándole que cuando muerde, hace daño, e intentando no jugar con las manos ni provocarle para que nos muerda.

Por otro lado, hay momentos en los que un gato puede morder por sentirse tenso, por ejemplo tras algún susto, shock, viaje, o ante la presencia de un animal nuevo, por eso las presentaciones han de ser progresivas y con medidas de seguridad.

Tendemos a pensar en estas situaciones que nuestro gato nos muerde porque está enfadado con nosotr@s al haber traído a un animal nuevo, pero nada más lejos que eso: el gato está tenso, tiene miedo, y si nos acercamos nosotr@s, le agobiamos y estresamos más, así que descarga esa tensión a veces en forma de bufido, arañazo o mordida. En este caso, le dejaremos tranquilo y procuraremos presentarle al otro animal poco a poco, evitando los momentos de tensión prolongado, tal como indicamos en nuestro protocolo de presentación entre gatos y también entre gatos y perros.

 

Un gato feliz y sano no muerde, no ataca a nadie, ni orina o defeca fuera de su arenero

Otros problemas frecuentes que enfadan a las personas

Muchas personas castigan a su gato echándoles agua con un spray por subirse a la encimera de la cocina o a una mesa, comerse una planta, o por intentar entrar en una habitación. Está totalmente fuera de lugar, porque hay que entender la naturaleza del gato: le gusta vivir en las alturas donde controla todo y se siente seguro, necesita subir y bajar y debemos proporcionarle incluso más lugares para ello, necesita comer hierba para digerir las bolas de pelo (que a veces necesita vomitar), y además, necesita controlar todo su territorio, toda la casa, todas las habitaciones, dejando sus feromonas y así sintiéndose tranquilo y seguro.

Hay que dejar a los gatos ser gatos, proporcionarles lugares en alto para que puedan subir y hacer vida en las alturas, poner fuera de su alcance las plantas (sobre todo las tóxicas), poner protección en la vitrocerámica, dejarles que entren a todas las habitaciones a explorar y asegurarse de que todo está bajo control, ¡lo necesitan! Si estás cocinando y te “roba” la comida, puedes bajarle con suavidad y cerrar la puerta. ¿Tienes a un cazador  carnívoro estricto comiendo bolitas secas ultraprocesadas y te extraña que le apetezca comer algo más jugoso? No te enfades, sólo ha olido algo que le ha atraído y por supuesto ha querido probarlo, no roba a nadie.

¿Te molesta también que arañe el sofá nuevo? Cuando has decidido compartir tu vida con un gato te tienes que haber informado sobre sus necesidades y sí, eso incluye el marcaje con sus uñas sobre diferentes superficies rígidas, que además incluso les debemos proporcionar. Los sofás son sólo objetos, se pueden cubrir y proteger. Los gatos son seres vivos con necesidades y muy sensibles, que ya de por sí al vivir en interior tienen carencias. No les podemos limitar aún más, sino todo lo contrario, proporcionarles más.

Cualquier problema que pienses que te pueda causar tu gato en una habitación por el cual no le dejes entrar (orinar en algún lugar, romper algo) tiene un por qué y una solución y lo único que indica es que el gato no se encuentra bien. Un gato sano y equilibrado no rompe nada, ni orina o defeca fuera, y puede vivir con total libertad por toda la casa. Por favor no castigues a tu gato por ser gato, no intentes modificar a un gato a base de castigos para que sea más cómodo para ti vivir con él. Piensa en cómo han vivido los gatos en libertad durante 10.000 años o más, piensa en sus necesidades y en cómo puedes adaptar tu hogar y tu mente para compartir tu vida con esta especie tan maravillosa. Sé comprensiv@ y ayúdale como ayudarías a una amig@. Si no le entiendes, existimos profesionales que te ayudamos a entenderle y saber qué le ocurre, trabajando siempre en positivo y con amor y respeto.

Tu relación con tu gato será perfecta si le respetas y entiendes. Tenemos que adaptarnos a ellos también, ellos ya se han adaptado mucho a nosotr@s.

Intenta por favor tomar conciencia de tu temperamento, no seas agresiv@ o violent@ con tu gato (dentro de la agresividad hay grados, incluso sutiles, ninguno es aceptable, a nivel energético es dañino igual), ni intentes cambiar cosas naturales en tu por tu propia comodidad, y menos a base de imposición, no tiranices una situación.

Usa el spray de agua para regar las plantas, tira los repelentes para animales, fomenta tu relación de amor con tu gato, disfruta de su compañía, y cuando te quiera decir algo, estate atent@, porque también es un mensaje para ti, para que estés mejor. De todas las situaciones aprendemos, y te aseguro que los gatos son grandes Maestros.

Ama al gato por ser gato, y siempre que haga algo que no te guste, recuerda: LOS GATOS SIEMPRE TIENE RAZÓN. ¿Por qué te muerde? ¿Por qué se ha orinado en tu cama?

Carece de mala intención, no se mide contigo ni lo necesita, nadie es superior, ni más fuerte. Sois un ser humano y un felino, una familia interespecie.

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Resumen

de lo más importante

Regañar a los gatos

En resumen, la relación que tenemos con nuestros compañeros gatos habla de nosotr@s, de cómo nos sentimos, desde dónde nos relacionamos, qué cosas nos provocan rabia, qué nos da miedo, qué nos saca de nuestro comfort:

  • Aquello que te molesta de tu gato y que puedes considerar como una mala conducta, suele ser en realidad un síntoma de estrés de tu gato. Es decir, que tu gato no se encuentra bien. Enfadarse con alguien porque no se encuentra bien está fuera de lugar.
  • Los problemas de eliminación son frecuentes en gatos que están estresados, enfermos y con dolor.
  • Las conductas agresivas son desagradables para el gato también, a veces son aprendidas con las personas, a veces tienen carencias en su aprendizaje porque se criaron solo con personas, a veces se asustan. La agresividad no es una personalidad ni una mala conducta, sino otro síntoma de que el gato no es feliz.
  • Si has decidido compartir la vida con un gato debes haber aceptado que se va a subir por todas partes, dormir donde quiera, arañar superficies, y que aprenderá tus rutinas y tus respuestas, no hay nada que te deba enfadar de su naturaleza.
  • Si tienes dudas o necesitas ayuda, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos.
  • Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!

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y sobre todo, el respeto por los gatos.

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