15 Abr Síntomas de enfermedad en los gatos
Síntomas de enfermedad en los gatos
los más frecuentes
Autora: Laura Trillo Carmona.
¿Sabrías reconocer si tu gato se encuentra bien? Cuando los gatos enferman o tienen “problemas de comportamiento” derivados de estrés, nervios o algún dolor, normalmente antes de darnos cuenta empiezan a haber pequeñas señales o síntomas que si los conocemos previamente, podemos actuar rápidamente antes de que el problema se agrave.
La mayoría de las veces que las personas se quejan de que su gato tiene un “problema de comportamiento”, suele ser que el gato está somatizando dolor o enfermedad. Por eso, no hay que regañarles ni enfadarse con ellos. Debemos tener en cuenta siempre que el dolor estresa, que cuando un gato no se encuentra bien físicamente está estresado, por tanto no se puede usar la palabra “estrés” para diagnosticar lo que le pasa, es como decir que le duele algo porque sí. Los gatos nunca mienten, su comportamiento es un libro abierto sobre cómo se sienten en el momento presente. Debemos profundizar y ver qué le está pasando realmente, los síntomas hablan de algo que está sin diagnosticar, por eso no hay que tapar los síntomas sin averiguar más allá. Cuando un gato orina o defeca fuera de su arenero, cuando se muestra agresivo de repente, cuando está asustado y él no es así, o cuando está escondido y apático, o se pelea con el otro gato con el que se llevaba bien, todo son síntomas de que algo ha cambiado y que el gato no se encuentra bien, así que por favor no busques soluciones inmediatas, mucho menos por internet, y acude a profesionales siempre.
Es muy importante que acudas a tu veterinari@ de confianza o a un@ recomendad@, nunca jamás preguntes por internet a personas extrañas, amig@s, ni en foros o redes sociales algo tan importante que tiene que ver con la salud de tu gato. No pierdas el tiempo y no te dejes influenciar por personas que no son veterinari@s. En Terapia Felina conocemos bien los síntomas de enfermedad, dolor y malestar y por ello siempre derivamos a veterinari@s especialistas cualquier problema médico, así como también contamos con veterinarias naturales de confianza con las que trabajamos con frecuencia.
Los gatos nunca mienten, su comportamiento es un libro abierto sobre cómo se sienten en el momento presente.
El pelo
Un pelo limpio y sin caspa es un buen síntoma de salud. El gato no necesita que lo bañemos, ¡ya se baña él sólo! Además, en su saliva están sus feromonas con su olor exclusivo, que necesita recuperar cada día mediante el acicalado. Bañarlos es muy estresante para ellos por la obligación y manipulación que conlleva, porque es antinatural, y porque también les quitamos sus feromonas, dejándolos “desnudos”, por lo que incluso los gatos con los que viven pueden atacarlea al no reconocer su olor. Por favor, ¡¡no los bañes nunca!! Es por esto que cuando el gato empieza a descuidar su higiene personal, es porque no se encuentra bien. Si tiene mucha caspa por ejemplo, puede ser un síntoma de estrés o enfermedad. Si aparecen calvas, o se lame compulsivamente unas zonas concretas, se rasca mucho o se le cae mucho el pelo, tendríamos que llevarlo al veterinari@ para descartar problemas físicos, y luego pedir ayuda a profesionales como Terapia Felina para el problema de ansiedad. También ocurre muchas veces que nuestro gato está muy limpio, excepto la zona del lomo, donde tiene el pelo graso y sucio. Esto puede ser normalmente o bien porque nuestro gato está tan gordo que no puede girarse hasta llegar a lavarse esa zona, o que tiene algún dolor que le impide también hacer ese movimiento. En viajes al veterinari@ o traslados es normal que el gato pierda más pelo o tenga caspa, pero esto debería desaparecer y volver a la normalidad cuando volvamos a casa. Si su pelo huele mal y se lava con frecuencia, suele tener que ver con problemas en la boca, como una infección, por lo tanto, igualmente te recomiendo consultar con su veterinari@.
Las orejas y oído
Las orejas del gato siempre están limpias, con un tono rosado en el interior. Si aparecen manchas negras dentro de las orejas o cera, se rasca mucho el cuello, la cabeza y toda la zona de alrededor de las orejas hasta hacerse heridas, o no tiene las orejas rectas sino que las tiene caídas (una o las dos), incluso la cabeza ligeramente girada, puede tener algún problema de infección, otitis o ácaros en los oídos, que debería ver un@ veterinari@. Las orejas del gato, ¡siempre en movimiento y limpias!
Por otro lado, hay síntomas muy característicos de los gatos que son sordos, como por ejemplo maullar constantemente, día y noche, estés tú o no, es algo exagerado que llama la atención, además notas que se sobresalta si le tocas por detrás sin que te vea, le tiemblan las orejas y no las dirige a ningún sonido concreto, o llegas a casa y no sale a recibirte, te lo encuentras dormido en el sofá y se asusta cuando le despiertas. ¡El gato siempre está alerta y nunca nada le pilla desprevenido! A no ser, claro, que no oiga bien.
Nariz y ojos
Hay razas de gatos que suelen tener legañas que requieren limpieza, suelen ser legañas negras y son normales en estas razas. Las legañas que no son normales son blancas-amarillentas o verdes, si vemos que nuestro gato empieza a tener estas legañas, o a tener los ojos llorosos o mocos, tenemos que llevarle al veterinario rápido. Así como si vemos que el tercer párpado está visible constantemente aunque el gato esté despierto, es un signo de que algo no va bien, suele ser dolor, fiebre, deshidratación, algo urgente. Tampoco es normal que un gato estornude o tosa mucho, puede ser síntoma de alguna enfermedad respiratoria e incluso parásitos. Como ves, debe verlo su veterinari@.
Para comprobar si tiene fiebre, puedes tocar suavemente su nariz, si la tiene seca y caliente suele tener fiebre, pero si la tiene húmeda y templada, está bien.
Cola
La cola del gato es como si tuviera vida propia, siempre en movimiento, siempre viva. Si nuestro gato tiene la cola caída o no la mueve nunca, tendríamos que revisar si se hizo daño por algún golpe o al nacer. Los gatos necesitan la cola para su propio equilibrio y además es imprescindible en su lenguaje corporal.
Es una hipersensibilidad, los síntomas son lavado compulsivo muy rápido, correr, parar y lavarse, rascarse, tener calambres en el lomo, estar muy sensible al tacto, asustarse de repente, correr y acicalarse, etc. La mayoría de las veces se diagnostica un gato con hiperestesia y ya está, cuando no es así. Si un gato se rasca es porque le pica de verdad, hay que revisar siempre oídos y descartar que tenga alguna alergia o intolerancia alimentaria. Mira dónde se rasca, lo que le molesta, y si está todo bien, podemos trabajar el estrés y su entorno, pero nunca dejes que le den ansiolíticos a tu gato por algo así, no se trata de tapar si no de entender y equilibrar lo que le molesta. Es aún más grave cuando se autoagrede la cola o alguna de sus patas, puede estar teniendo un dolor agudo o molestia que hay que mirar y tratar.
Otros síntomas físicos
El cuerpo del gato está hecho y preparado para cazar, correr, saltar, hacer movimientos muy rápidos con una tremenda agilidad. Es por ello que un gato sano debe poder moverse con facilidad, saltar a mesas, sillas, rascador, y poder bajar, además siempre con precisión. La ausencia de estos movimientos naturales, así como un estado somnoliento constante, puede indicarnos que nuestro gato no se encuentra bien o tiene algún dolor. Un gato debe estar feliz siempre.
Enfermedades que se confunden con problemas de comportamiento
Es muy común que los primeros síntomas de un gato con infección de orina o enfermedad renal, sean el orinar fuera de su bandeja, sobre todo en superficies horizontales blandas (camas, sofás, mantas, toallas, ropa, bolsos, zapatos, etc) o en el suelo, lavabos, ducha. Todo el mundo relaciona estos comportamientos con marcaje pero la mayoría de las veces no es así, además el marcaje territorial o por estrés es en superficies verticales (paredes, puertas). Si se descarta una posible infección o enfermedad renal, podemos estar hablando de marcaje por estrés (gatos esterilizados o no). En cualquier caso, nunca hay que regañar este comportamiento, pues es un síntoma de enfermedad o estrés, el gato tiene un problema y es la única manera de hacértelo saber, por favor no te enfades con él y sigue las pautas que indicamos ante estos casos.
Otro síntoma de enfermedad, malestar o estrés es cuando hacen las defecaciones fuera de la bandeja (aunque la orina sí la hacen en la bandeja). Depende del lugar donde lo hagan, puede darnos pistas sobre lo que puede ser, sobre todo si las heces están muy duras o demasiado blandas, a veces con sangre o moco. Este problema puede ir desde un mal funcionamiento de su aparato digestivo, o una mala alimentación, estreñimiento, pero también no usar la bandeja para defecar puede ser por estrés, dolor en las patas traseras o pérdida de equilibrio (prefieren un suelo firme en vez de tierra para hacer sus necesidades), una bandeja demasiado pequeña, arena poco adecuada, algún problema de miedo, inseguridad o acoso de otro gato, entre otros motivos.
Si nunca utiliza la bandeja para ninguna de las dos cosas, entonces podemos hablar de un sinfín de posibilidades, en cualquier caso, puedes contactar con nuestro equipo para que podamos ayudarte.
Por último, hay ciertos tipos de comportamientos agresivos en el gato que están relacionados muchas veces con algún dolor en concreto, patología o problema neurológico. Nunca hay un “de repente”, siempre hay una causa, y los comportamientos de los gatos no cambian de un día para otro sin motivo. Si tu gato es cariñoso y “de repente” un día se muestra muy agresivo, puede ser que se encuentre mal, y que muestre otro tipo de síntomas, o que antes de eso le haya ocurrido algo traumático. Los gatos son animales muy equilibrados (salvo si se han criado sólo con personas que han cometido errores con ellos), que al igual que nosotr@s, pueden sufrir cambios por muchísimas causas, y nosotros somos los únicos que podemos ayudarles a encontrarse bien.
En cualquier caso, recomendamos siempre que ante cualquier síntoma de este tipo u otros más evidentes (apatía, vómitos, asma, no querer comer, estar agachado junto a su bebedero mucho tiempo, encontrarlo manchado de orina o heces blandas), lleves a tu gato al veterinario y contactes con una especialista en comportamiento felino como Terapia Felina. ¡Todo tiene solución! Lo normal es que tu gato se encuentre bien, que utilice su bandeja siempre, que no sea agresivo y que coma bien.
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Resumen
de lo más importante
En resumen, lo normal es estar sano y feliz, cualquier síntoma sea físico o de estrés, siempre habla de que algo va mal, si un gato no está contento, hay que ver por qué, ya que puede ser una causa física o emocional, y algunas quizás no las conoces:
- Pelo sano y limpio con sus propias feromonas, ¡nada de bañar a los gatos!
- Orejas limpias, rectas, sin picores ni dolor.
- Ojos limpios, con el tercer párpado no visible.
- Nunca te enfades si cambian de repente, si se muestran agresivos o eliminan fuera de su arenero con orina o heces, siempre es porque no se encuentran bien.
- Si surgen problemas durante la adaptación, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos. Si el gato se muestra muy asustado, se defiende, si elimina fuera de su arenero, o cualquier situación que no comprendas ni sepas manejar en positivo, cuenta con nosotr@s siempre.
- Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!