En 2014 adopté a Sully, el primer gato de mi vida. A los meses, en 2015, adopté a Geidi y ya no tenía uno, sino dos pedazo de maestros de vida acompañándome.
Mi vida cambió cuando empecé a vivir con gatos. Y no tardé en darme cuenta de lo especiales que son estos seres y de lo poco que yo sabía sobre cómo de verdad eran. Entendí rápido lo poco comprendidos que son los gatos por nosotros los humanos y algo en mi fue moviéndose en la dirección de que mi camino de vida de alguna manera pasaba por luchar por el bienestar felino, así que en 2017 empecé en el mundo de la protección animal como voluntaria en Hoope.
En Hoope, aprendí muchísimo, sirviendo primero a los gatos del refugio, haciendo su estancia en él lo más llevadera posible. Y poco a poco, empecé también a servir a otros gatos, a gatos que estaban adoptados o en acogida, pero sus humanos necesitaban un poco de ayuda. En 2019 constituimos formalmente el comité de Bienestar Felino en Hoope conmigo como responsable de los gatos que están en casas, ya sea de acogida o adoptados.
Desde el comité de Bienestar Felino de Hoope, he dado formaciones a los voluntarios sobre cómo son realmente los gatos y los protocolos a seguir tanto en el refugio como en problemas que puedan surgir en las casas, esto último especialmente pensado para los voluntarios que son casa de acogida o llevan seguimientos de gatos adoptados.
Desde 2015 también he sido casa de acogida por temporadas, especialmente de gatos que necesitaban una acogida con experiencia o conocimientos, bien por estar enfermos, por haber vivido experiencias muy traumáticas o necesitar una socialización correcta con seres de su misma especie para crecer equilibrados.
En 2020 adopté a Atlas y Kohala para completar la familia, con los que he aprendido también grandes lecciones.
En 2021 comencé a colaborar como terapeuta felina en el programa VioPet, que ofrece acogida temporal a los animales de mujeres víctimas de violencia de género que al salir de sus casas no pueden tener consigo a sus animales.
Mi historia con Terapia Felina comienza en 2016, cuando hago el Seminario de Estrés Felino y empiezo a entender todo lo que me queda por aprender para poder ayudar como me sale del corazón.
Por ello, poco después, me formé como Terapeuta Floral Felina, acabando en 2017 y entrando a formar parte de equipo de voluntarias de Terapia Felina que daban apoyo a casos de gatos sin hogar o recientemente adoptados de protectoras.
Y también en 2017, asistí a la formación de Comunicación Felina, abriéndoseme un mundo nuevo que me llevó a comenzar a formarme como comunicadora en la Escuela Entrespecies.
En este punto, tenía muy claro que mi camino de vida pasaba por dedicar mi tiempo al bienestar felino y que necesitaba formarme profesionalmente con Terapia Felina, haciendo la Formación de Terapeuta Felina Profesional entre Abril de 2020 y Enero de 2022, pasando al acabar a formar parte del maravilloso equipo de terapeutas felinos de Terapia Felina.
Actualmente trabajo en el equipo de Consultas, y formo parte de otros proyectos en los que Terapia Felina está trabajando.
Acudí a Terapia Felina para mejorar la relación entre mis gatas después de la introducción de una de ellas en casa, ya que estábamos un poco perdidas, y Lorena nos ayudó mucho. Nos dio pautas y recomendaciones que hicieron que la relación mejorase. Se nota el cariño que le pone a las consultas y que los gatos y su bienestar le importan de verdad. Muchas gracias Lorena.
Rocío, humana de Leith y Triana
Quería agradecerte muchísimo tu ayuda y la de tus alumnas Maribel y Lorena, como les dije a ellas en su momento, sin vuestra ayuda creo que no habríamos podido superar la fase de adaptación con todas las sorpresas con las que llegó Pachi. Si no hubiese sido por el soporte de ellas (y el tuyo detrás de ellas), hubiese tirado la toalla. Pachi está mucho mejor ahora, con su enfermedad controlada, juega más, tiene la mirada más vívida. Ha sido y sigue siendo un gran maestro para Sonqo. Sonqo ha aprendido a controlar mejor su mordida, aunque entre ellos siguen jugando brutotes. Muchas gracias por la labor que hacéis. Y siempre que alguien tiene algún problema con la adaptación de su gato, les recomiendo que contacten contigo.
Jennifer